Una “entradita” de fiambres, empanadas y el infaltable sándwich de miga. Eso sólo para arrancar. Después, la mesa principal que puede incluir vitel toné, lechón, asado o pollo relleno. Y el cuerpo ya se siente excedido. Y falta el brindis, con sidra o champagne. Pero no termina ahí. No hay que olvidarse de la mesa dulce que incluye el turrón, maní con chocolate y las garrapiñadas. Una larga lista de comidas que es devorada como si fuera la última cena. Y el cuerpo lo siente. Por eso, los nutricionistas aconsejan tratar de incorporar alimentos más saludables a la mesa navideña. Modificar las tradicionales recetas y agregarles más verduras es una opción. Cenar sentado y no picotear también son consejos para evitar el “atracón de las fiestas”.
Cambiar los ingredientes
La nutricionista, Nina Álvarez, aseguró que es posible alimentarse de forma sana durante las fiestas de fin de año. "Podemos hacer las mismas recetas que antes pero incorporarle alimentos más sanos. Por ejemplo, si van a cocinar un pollo relleno o carne rellena, pueden incorporarle más verduras. Modificar el menú tradicional. Las ensaladas nos permiten probar con muchos colores y podemos hacer distintas variedades", mencionó.
La especialista aconsejó tratar de evitar alimentos con mucha harina como empanadas o sándwich y optar por preparaciones frías.
El ritual de la cena
Es común que las familias comiencen a "picotear" mientras preparan la mesa y esperan a que todos estén sentados alrededor de la mesa. Es un error. "Es fundamental sentarse y comer tranquilo porque si no, no medimos la cantidad de comida que ingerimos. Porque al aumentar el volumen el estómago comienza a inflamarse y al otro día nos levantamos enfermos", indicó Álvarez.
Buscar el equilibrio
Controlarse en la cena navideña parece una tarea imposible, pero no lo es. Usar un plato pequeño sirve para que la mente considere que el plato esté lleno y así comer menos. Lo mejor cuando hay abundante comida es ingerir pequeñas porciones variadas.
El consumo de alimentos en grandes cantidades provoca, además de la temida ganancia de peso, un sobreesfuerzo del aparato digestivo, que puede suponer secuelas, como es el caso de ardor, acidez, pesadez, flatulencia, hinchazón abdominal y digestiones lentas. Además, los nutrientes necesarios no llegan al organismo de forma adecuada, por lo que se produce un decaimiento, fatiga y cansancio de tal modo que el tono vital disminuye. "En el consultorio los pacientes vienen una vez a la semana y de esa manera se controlan un poco más. Porque tener un atracón y después pensar que con una dieta desintoxicante van a sentirse mejor no es saludable. Debemos cambiar los malos hábitos. Tomar una pastilla después de una cena pesada no es la solución como pretender mostrar algunas publicidades", sostuvo Álvarez.
Antes de Nochebuena
Los especialistas también aconsejan cuidarse los días previos; no saltear las comidas, beber al menos dos litros de agua durante el día; consumir alimentos de origen vegetal como aceite de oliva, frutos secos o pescado e ingerir fibra como pan integral, verduras, legumbres y frutas, ya que ayudan a eliminar y proporcionan sensación de saciedad. Pero sin dudas, controlarse y comenzar a tener una alimentación sana y equilibrada todos los días, es la mejor receta.
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