Las vacas ahora son estrellas de la TV

“En tres minutos salimos al aire”, anuncia una voz, mientras los tres hombres frente a las cámaras terminan de acomodar sus sacos. Las luces se encienden y los productores en el salón se ubican en sus asientos. Al mismo tiempo, otros hacen lo propio frente a la comodidad de sus televisores. La dinámica de la producción audiovisual y los ritos habituales de los remates de hacienda volvieron a combinarse para lograr una hazaña histórica en la ganadería argentina. A través de la pantalla de Canal Rural, la firma Alfredo S. Mondino subastó cerca de 11.500 vacunos, una cantidad descomunal para una sola consignataria. Los precios también fueron noticia.

Después de las ferias inaugurales en sus distintas zonas de influencia, el 29 de febrero la empresa realizó el primer remate televisado de los varios que hará durante el año. El encuentro se realizó en el Club Deportivo y Cultural del pueblo de los Mondino, Del Campillo, la localidad cordobesa en donde la firma tiene su sede, aunque se pudo ver en vivo desde cualquier parte de Argentina a través de la señal televisiva y de internet. Al salón llegó un gran volumen de personas para testimoniar la venta de casi mil cabezas de hacienda gorda y más de diez mil ejemplares para invernada y cría, entre los que se destacaban cerca de dos mil provenientes de la reconocida cabaña Los Alfredos, un ganado criado en el paisaje serrano de San Francisco del Monte de Oro con una genética de punta desarrollada durante más de quince años. 

La transmisión y las transacciones arrancaron a las 11 de la mañana, y si bien el grueso del público arribó al mediodía, la mañana encontró predispuestos a los compradores de cabezas con destino a faena. En el escenario convertido en set, el martillero Alfredo Mondino, escoltado por sus hijos Marcos y Roberto, abrió el juego de ofertas con una predicción que luego se confirmaría: “Todos sabemos que el gordo va a ir creciendo y el precio se va a ir afirmando a medida que pasen los días”. El encierre de 970 cabezas para consumo y exportación se vendió en menos de media hora, con valores que le dieron la razón al experimentado rematador. Los novillos livianos costaron entre 49 y 50 pesos por kilo. Los de consumo mediano casi igualaron el máximo de los livianos con picos de 49,80 pesos, mientras que los de exportación llegaron hasta 49, 50.

“Fue un remate muy exitoso. Creo que el gordo superó las expectativas, porque los valores estuvieron por encima del precio que dominó durante toda la semana anterior en el mercado”, apuntó Federico Grillo, representante de la empresa en Del Campillo. Cuando le tocó tomar el micrófono, Roberto Mondino coincidió en el análisis y agregó con entusiasmo: “Hubo precios destacadísimos, y somos muy optimistas".

"Estamos convencidos de que el futuro de la ganadería va a ser bueno. Hemos visto que la exportación, que hoy está abierta, es un eslabón que nos falta, y que faltan algunos campos de recría, por eso todo el que puede hacer novillos que haga y aproveche”, completó el rematador.

Y es que después de la venta de los gordos y de un almuerzo masivo, las cámaras volvieron a encenderse para poner en escena un gran espectáculo, que incluía casi cinco mil terneros y terneras, más de dos mil novillitos y vaquillonas, casi 2.500 vientres y 119 toros. Esta vez el encargado de abrir las negociaciones fue Marcos Mondino, el miembro de la familia abocado al área cerealera de la empresa. “La calidad de la hacienda ustedes la han visto en las distintas filmaciones. Y quiero destacar que dentro de las opciones de pago, se encuentra la de canje por cereal que se viene implementando año a año y que reporta muchos beneficios impositivos. Fundamentalmente este año la relación para comprar kilos de hacienda con kilos de cereal se ha tornado muy ventajosa con respecto a la que había hace un tiempo atrás”, recordó. 

Luego, su hermano Roberto tomó el martillo y durante más de cuatro horas se mantuvo firme ante las filmadoras. El primer lote que se ofertó puso la vara alta para el resto de los precios. Fueron 449 terneros y terneras de Las Marías, los que generaron una larga corrida en la que dos compradores se debatieron hasta los 55 pesos. La puja terminó con los aplausos de todo el salón.

En dos pantallas gigantes y seis monitores de última generación los clientes podían apreciar los videos con el ganado que se ofertaba con los datos correspondientes. Pero además de los presentes, otros interesados seguían atentamente las imágenes a través de la televisión. Es por eso que los representantes jugaron un rol fundamental, atendiendo los teléfonos y trasladando al martillero las ofertas de los compradores que no estaban en el salón.

Seis provincias, la misma calidad

La hacienda, con una calidad muy pareja para una cantidad tan grande, provenía de distintas estancias y localidades de San Luis, Córdoba, Buenos Aires, Mendoza, Santa Fe y La Pampa.  Las manos siguieron levantándose durante toda la tarde y los valores dejaron contentos a los vendedores. Los terneros livianos marcaron el máximo de 55 pesos, los novillos alcanzaron los 42,50 y las vaquillonas los 32,50.

Las madres también fueron bien vistas por los productores. Las vaquillonas preñadas llegaron a pagarse a 20.500 pesos, la vaca preñada subió hasta 17.500 y la vaca nueva con cría alcanzó los 11.100. Para el final, los organizadores dejaron los 119 toros Hereford negros y colorados de Los Alfredos, que se vendieron en grupos de a diez con posibilidad de elección para los primeros que se hicieran acreedores. El valor más alto de 21.000 pesos se repitió en las dos primeras decenas, mientras que siguieron rondando entre los 18.000 y los 19.000 pesos.

“Estamos muy satisfechos con la gente que ha venido y con los precios que conformó hoy el mercado. Los primeros remates han sido buenos porque ha habido excelentes precios para todos los productores, esperemos que la hacienda siga valiendo y que todo vaya para adelante”, declaró al finalizar el evento Carlos Malagueño, representante de la firma en Buena Esperanza.

“Estamos viendo que como se ha puesto duro el precio del maíz, la gente feedlotera sigue apostando a invertir en invernada. Veo que hay más inclinación por el macho y por la trazabilidad, que es algo que se ha dado gracias a este nuevo gobierno también. Además, fue un remate exitosísimo para los vientres. El grupo de trabajo está muy contento y esto es una demostración para los productores, nuestros clientes y nosotros mismos de todo lo que podemos lograr”, coincidió Grillo.

El productor Roberto Bertellio quedó satisfecho con la subasta desde su papel de cliente. “Fue un excelente remate, muy buena la calidad de la hacienda presentada, realmente ágil, con mucha oferta y con entusiasmo en los compradores”, sostuvo el hombre de Embajador Martínez, en la provincia de La Pampa.

¡Luces, cámara, abran tranqueras!

Organizar un remate de hacienda siempre es un trabajo arduo que lleva mucho tiempo de preparación. Pero cuando la subasta es televisada, a las tareas en el interior de los campos  se le agregan otros quehaceres, en los cuales se mezclan el conocimiento tecnológico y el saber ganadero. 

Gabriel Varela es periodista agropecuario y productor audiovisual. Además de su habitual rol en la cobertura de los eventos ganaderos y de llevar la información al gran público a través de Canal Rural y otros medios, en estas ocasiones especiales debe coordinar las acciones para que la subasta sea un éxito a través de la pantalla. “Cuando la consignataria nos convoca, se comienzan a filmar los lotes y se toma nota muy cuidadosamente del estado de la hacienda. Por eso el que lo haga tiene que ser alguien que tenga el ojo entrenado, que conozca la hacienda, el productor y la zona, que sepa clasificarla en cuanto al origen, raza, tipo de alimentación, si hay malezas tóxicas, trazabilidad, etc. Son todos los detalles que van a formar parte del catálogo que se entrega a los que concurren a la subasta y que también está disponible en Internet”, detalló el conductor del programa ‘Palabra Rural’.

Pero para grabar hay que visitar estancias que están desparramadas por distintas provincias, recorrer los caminos, separar los lotes y encerrarlos. Ahí es donde también intervienen los agentes que representan a la consignataria en las distintas regiones. “Es un trabajo muy artesanal. Hacemos las filmaciones, hablamos con los productores. Yo mismo he contribuido a apartar y seleccionar vaquillonas, porque es una confianza que te brindan los clientes y cada uno tiene su propia forma de dialogar con ellos”, contó Federico Grillo. Luis Poggio, representante de Mondino en Villa Mercedes, agregó que ellos además cumplen la función de certificar y dar fe de que lo que verán los compradores en los televisores coincide realmente con las características del ganado en los campos.

“Las filmaciones entran a un archivo donde están todas las imágenes debidamente clasificadas y siguiendo el orden de venta que tenemos en el remate. Entonces el día de la subasta es una jornada de gran intensidad, pero el trabajo pesado ya está hecho y se desarrolla en las islas de edición. Sólo hay que proyectarlas y dejar que se concreten las operaciones como se hace en una subasta física”, explicó Varela.

Sin embargo, durante el desarrollo de las ventas el movimiento continúa. Los camarógrafos sincronizan las tomas y el director, desde el control, decide qué plano pondrá al aire y cuándo colocará un video grabado en las estancias. Ese despliegue es una demostración de cómo  la tecnología ha transformado los negocios del agro. “Parece mentira. Si hace un tiempo atrás alguien te decía que se iban a vender vacar por televisión, no era creíble. Hoy hay gente que está comprando por su celular, y otros desde el exterior están decidiendo una operación desde sus notebooks”, agregó sin salir aún del asombro.

A pesar de las ventajas que pueden suponer este tipo de subastas, en las que no hay que mover la hacienda ni someterla al estrés de los viajes con el consecuente ahorro en fletes, los remates físicos sobreviven en el tiempo. “El físico tiene su encanto y por eso no va a desaparecer nunca, pero con lotes tan grandes y para hacer un remate auténticamente federal, como es éste, en el que hay hacienda de todos lados, es tomado como una gran referencia en precio ganadero en todo el territorio nacional”, analizó Poggio.