"Nuestra familia cree en la inocencia de Diego y lo apoya"

La detención del intendente de La Calera, Diego Lorenzetti, como sospechoso de encargar la ejecución de su esposa, Romina Aguilar, sorprendió y dejó un sinfín de interrogantes en su familia, admitió Johana Mattuz, una de las hermanas de la víctima. Aún así, a pesar de estas inquietudes que bullen, la joven aseguró que ella y sus parientes respaldan al viudo. “Queremos que rápidamente se aclare todo, queremos saber qué está pasando, y por ello estamos atentos a lo que dicen las fuentes oficiales –le dijo ayer a El Diario–. De más está decir que creemos en su inocencia y que lo apoyamos”.

Ayer, al momento de atender el llamado telefónico de este medio, Johana, de profesión pedagoga, esperaba poder comunicarse con Rafael Berruezo, el defensor contratado por su cuñado. Quería tener novedades de la declaración indagatoria, que se realizó ayer en el Juzgado Penal Nº 3 de San Luis, para saber cuáles son los pasos que siguen.

Lorenzetti ingresó a la audiencia escoltado por efectivos de la guardia del Poder Judicial y otros de la división Homicidios de la Policía de San Luis, que instruyeron las actuaciones. Llegó esposado y encapuchado. Durante el recorrido entre el ascensor y una de las puertas del juzgado, uno de los tantos periodistas que aguardaba su llegada le preguntó si era inocente. El viudo no respondió.

Ayer, al cumplirse 31 días del asesinato, los vecinos de La Calera realizaron una marcha para pedir que el caso se esclarezca y se identifique y castigue a el o los responsables. No fue la primera movilización que realizan en la localidad. “Por lo que tengo entendido, (Diego) participó junto a mi sobrino”, refirió Johana, quien reside en San Luis.

Sus allegados que viven en La Calera le comentaron que su cuñado estaba en la casa que tiene en aquella localidad cuando llegaron los agentes de Homicidios, pasadas las 22 del martes.

Lorenzetti “siempre estuvo tranquilo, a disposición de la Justicia, con una actitud de colaboración. Es por eso que ayer –por el martes a la noche– vino a San Luis manejando su propia camioneta –NdP: es una Volkswagen Amarok gris–. Eso da pauta de la serenidad con la que ha tomado esta situación, sin ninguna oposición”, explicó.

Al momento del arribo de la Policía, en el domicilio también estaba su hijo de 16 años, fruto de la relación con Romina. Ahora, el adolescente “está tranquilo, acompañado por nosotros y por sus amigos”, comentó.

La familia materna es, por proximidad espacial, el principal pilar de contención del chico. Sus parientes por parte de Lorenzetti están en Santa Fe y en Buenos Aires. “Ellos están pendientes a la distancia. Todo el tiempo están en contacto con nosotros”, aseguró. Estimó que quizás alguno pueda viajar.

En verdad, la primera detención que hubo por el caso, la del jockey brasileño Ediverto de Oliveira Pereira, también causó enorme sorpresa en la familia de Romina y entre los vecinos de La Calera. La joven dijo que conoce a este imputado sólo de vista, y que no ha tenido mucho trato con él.

Indicó que él, efectivamente, era jinete de un caballo de su cuñado, pero aclaró que también lo era de otras personas, de modo que no había una relación laboral de exclusividad, si se quiere, con Diego ni tampoco una amistad entre ellos. 

El brasileño “no es de confianza de la familia. Él tiene varios patrones a los que les corría caballos. Si vas a La Calera, ahí te van a poder decir que era así. Y en cuanto a la relación con mi cuñado, era sólo por el tema de los caballos. Diego tiene un solo amigo, que es el que más está con él”, refirió.

Según Johana, Diego no comentó en los últimos días haber tenido ninguna situación extraña con Oliveira Pereira. Tampoco les llegó por alguna otra vía la referencia de que se hubiera dado entre ellos alguna circunstancia rara.

“¿Cómo se explican el hecho de que esta persona se haya presentado ante la jueza Virginia Palacios y presuntamente haya confesado que él participó del hecho y haya vinculado a otros dos hombres, entre ellos, Lorenzetti?”, le preguntó El Diario a Johana. “Eso es justamente lo que queremos averiguar, cuál es la razón por la que fue a la Justicia a decir todo esto. No es fácil entender que una persona se haya entregado así, por un delito tan grave”, expresó.