La posibilidad de que el intendente de La Calera, Diego Lorenzetti, esté de nuevo frente a la jueza Penal Nº 3 de San Luis, Virginia Palacios, y dé su versión es alta. Ayer, sus defensores, Rodolfo Mercau y Rafael Berruezo, le informaron a este medio que el funcionario, imputado por el asesinato de su esposa, Romina Aguilar, posiblemente amplíe su declaración indagatoria entre el miércoles y el jueves de esta semana. Confían en que las medidas de prueba que han solicitado, sumadas a lo que narre Lorenzetti, disipen las sospechas que hay sobre él. “No hay nada incriminante –aseveró Mercau–. Son todas ambigüedades”. “Vamos a probar que Diego estaba amenazado”, y que el otro detenido, el jockey brasileño Edivaldo De Oliveira Pereira, que confesó haber participado del crimen y señaló al intendente como la persona que lo encargó, “fue mandado para perjudicarlo”, refirió Berruezo.
El miércoles pasado, cuando lo llevaron a tribunales para que brindara una declaración indagatoria, Berruezo le aconsejó al sospechoso que se abstuviera de hablar y pidió una prórroga de la detención de ocho días. Ese tiempo, en que se produce de modo exclusivo la prueba solicitada por la defensa, está en curso y vence el próximo jueves. Es decir, de declarar, el intendente lo hará al filo de la culminación de ese plazo.
“Mañana –por hoy– y el martes, se van a tomar en el juzgado varias testimoniales. Serán aproximadamente, diez cada día. Muchos de estos testigos ya han prestado declaración en la causa. Nos interesa que hagan algunas ampliaciones”, contó Mercau.
También dijo que quizá pida alguna medida en relación a una persona que aparece en las escuchas telefónicas. Está identificada con un apodo y es “un personaje muy relacionado a De Oliveira Pereira”. Según Mercau, los investigadores han presumido que es Lorenzetti, pero sería otro allegado al jinete.
La confesión del brasileño no es el único elemento que los pesquisas tienen contra el viudo. Pero es, claramente, una pieza fuerte. Por ello, la defensa del intendente ha puesto en duda sus dichos. Los abogados hallan en ellos muchos “puntos flojos”, incoherencias, no les parecen creíbles.
“He leído todo el expediente –NdP: son ocho cuerpos–. No hay una prueba (que complique al intendente). Para hablar de una autoría intelectual, de un encargo, que es en lo que el brasileño trata de incriminar a Lorenzetti, no hay una motivación”, consideró Mercau.
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