Ayer, Zulema Inés Silva tuvo que volver a la casa de Villa Larca donde, doce días antes, mató de un hachazo en el cuello a su vecino Alberto Mansilla. Por decisión de la jueza Penal de Concarán, Patricia Besso, que ordenó una reconstrucción del homicidio, la acusada entró otra vez a la habitación de la calle Caldén sur donde todavía están las manchas de sangre del dueño.
Silva, conocida en el pueblo con el apodo de “Muñeca” y madre de dos hijos, reiteró, al repasar el hecho, que reaccionó en defensa propia, porque el hombre quería abusar de ella.
Más Noticias