Tal vez hubo al menos dos razones por las que su abogado le recomendó a Cristian Leandro “El Bocón” Vílchez que no declarara en la indagatoria, para defenderse, y que no pidiera una prórroga de la detención. Quizá tenía la seguridad de que en el abultado expediente que reúne las averiguaciones sobre el asesinato de Romina Aguilar, ocurrido el sábado 30 de enero de este año, no había ninguna prueba que lo comprometiera e hiciera avizorar un procesamiento. O tal vez, en su fuero interno, consideró que sí la había, y optó por no estirar el plazo para que Vílchez conociera dónde dormirá en los días subsiguientes. Sea cual fuere el motivo, lo cierto es que anoche, el juez Penal Nº 1 de San Luis, Sebastián Cadelago Filippi, resolvió procesarlo por homicidio calificado por mediar promesa remuneratoria y por el uso de un arma de fuego. Y ordenó que lo llevaran a la Penitenciaría.
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