El "tarifazo" en el gas complicó el escenario de una forma inesperada: el gobierno nacional debió ordenar a las empresas llevar "a cero" el consumo para garantizar el servicio a escuelas, hospitales y casas de familia, por los inconvenientes derivados de los conflictos gremiales en Tierra del Fuego y Salta.
Además advirtió que si el reclamo sindical persiste, este miércoles deberán "cortar el suministro de Gas Natural Comprimido (GNC)".
La frutilla del postre: en medio de las violentas subas que afrontan en sus facturas por estos días, los argentinos fueron llamados por el Gobierno a "hacer un uso responsable del gas natural, considerando estos motivos de fuerza mayor".
El Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) pidió a las industrias "iniciar el corte progresivo de sus consumos con el objetivo de llegar a cero en el menor tiempo posible, para preservar el abastecimiento a los hogares, hospitales y escuelas".
El Ministerio de Energía destacó que el recorte a las industrias, y el posible corte al consumo automotriz, nacieron de los inconvenientes generados por el paro de los petroleros fueguinos, "que repercutió en una reducción de ingreso al sistema argentino de gas de 16 millones de metros cúbicos".
"A esto se suma otro paro en la planta de Refinor (Salta) y los atrasos por cuestiones climáticas en el arribo de barcos de Gas Natural Licuado (GNL) importado".
El Ministerio a cargo de Juan José Aranguren advirtió que si el gremio no levanta la medida de fuerza, hoy deberán cortar el suministro de GNC en todo el país.
El Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Tierra del Fuego, y el Sindicato del Personal Jerárquico y Profesional del Petróleo, Gas y Biocombustibles Privado de esa provincia, iniciarían a la medianoche un paro en adhesión a la protesta y movilización que realizarán el miércoles entidades sindicales, sociales y políticas de la ciudad fueguina de Río Grande, para oponerse al aumento de las tarifas de gas, que llegan al 2.500%.
La estrategia será retirar a su personal, entre 1.500 y 2.000 personas, de las plantas productoras en el norte de Tierra del Fuego, desde donde se inyecta el fluido al Gasoducto San Martín, que lo transporta hasta Buenos Aires.
Moisés Solorza, de la rama jerárquica, advirtió: "Es muy posible que la planta active un plan de contingencia y pare la inyección de gas por cuestiones de seguridad". Según el gremialista, esto disminuirá la presión en el gasoducto, pero no interrumpirá la distribución mientras Santa Cruz y Chubut inyecten su parte.
"En la provincia generamos el 20% del gas que se produce en el país, unos 22 millones de metros cúbicos por día. La provincia necesita sólo 3,1 millones diarios, enviamos al continente el 85% restante", dijo.
Luego cuestionó: "Hacia adentro seguimos con problemas estructurales. Parte de la población sigue consumiendo la garrafa social. Lo cierto es que Camuzzi (la distribuidora en la provincia) no invirtió en infraestructura. Habría que quitarle la concesión por incumplimiento de las inversiones. Todas las obras fueron hechas por los municipios y el gobierno central, por unos 500 millones de dólares. Camuzzi no puso un peso y ahora le aumentaron las tarifas alegremente".
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