“Francio I” ganó el “Concurso de Historieta 50 años de El Diario de la República”

Tras varias sesiones de deliberación seria y a conciencia, donde tampoco faltaron risas, se eligieron a los dos ganadores del “Concurso de Historieta y Tira diaria 50 años de El Diario de la República”, con “Francio I” en “Historieta” y “Buster Keaton” para “Tira Diaria”.

Las menciones especiales en “Historieta” fueron para Martín “Más Cómics” Salinas, Emilio “Emi” Utrera, Erick “Ericksiano” Nereo Busto, Hugo “José” Casamor y Franco “El Ninja” Luna; mientras que para la Tira Diaria quedaron para “Francio II” Vega, Julián “Pituco” Camezzana, Facundo “Industrias Fip” Ávila, Enrique “Polo Rojo” Cadaveira y Roxana “Apu” Patricia Vassolo.

El proyecto, que abarcó tanto a profesionales como a los aficionados del cómic, tuvo una variedad interesante de estilos y sorpresas en la convocatoria al ver los estampillados en los sobres con varias localidades sanluiseñas y otras del resto del país.

El jurado tuvo en cuenta la narrativa y una buena calidad de imagen, y como el concurso fue de técnica y temática libre, la mayoría de los 60 sobres que llegaron se volcaron hacia la Historieta, con superhéroes y manga a la cabeza, y en la categoría “Tira Diaria” hubo demasiados chistes basados en lo cotidiano.

El primer puesto de “Tira Diaria” lo obtuvo el porteño Héctor Omar Martín como “Buster Keaton” y en “Historieta” el puntano “Francio I”, quien tiene doble mérito porque Franco Pablo Vega también se quedó con una mención especial en la “Tira Diaria”. En lo que no ganó fue en la elección de su seudónimo, como él mismo explicó: “Nació jugando con el nombre, con la mente en blanco y una total falta de originalidad, nada más”, rió y agregó que le gustan los comics por herencia de su padre, Raúl, que lo bautizó en honor a uno de los personajes de “El Eternauta”, ya que desde chico le encantó ese personaje de la obra maestra del guionista Héctor Germán Oesterheld y el dibujante Francisco Solano López.  “Mi viejo a los 10 años ya sabía que su hijo se iba a llamar Franco”.

A los 36 años, este profesor de arte y diseño de la escuela digital Albert Einstein tiene un hijo, Hernán de 5, pero para él “es medio frustrante que a mi hijo no le guste dibujar”, pero por lo menos -hasta ahora- se consuela porque el niño aprendió a los 3 a leer y “está más con el tema de la lectura, es lo que lo tiene fascinado”.

La premiación lo tomó por sorpresa, “andaba con mucho lío, tanto que se me salió de radar y se me apareció de golpe”, dijo sobre la llamada telefónica que lo sacó de sus problemas para darle una gran alegría.

Con el dinero obtenido tiene pensado “sobrevivir, no le tengo un destino todavía”, mientras dicta sus clases artísticas y trabaja con la editorial porteña “Pelos de punta”, que edita antologías de cuentos de terror contemporáneo argentinos, y le acaban de mandar el último libro, donde participó como ilustrador, pero no tiene proyectado nada, más allá de eso.

Por sus actividades, participó en capítulos de los programas de Canal 13 San Luis “La Causa Humana” y en “Sujetos Intervinientes”.

“Francio” se inscribió al enterarse por Facebook, tenía una historia armada porque colabora con algunos trabajos para la Revista Fierro “porque nunca vi nada de historietas acá como para que encajara en ese rubro, hasta que apareció y como lo tenía listo: le hice caso a las señales”, recordó contento el artista, para quien sus autores y dibujantes favoritos cambian según la época. “Yo tengo que ver con la historieta seria, el referente al que siempre vuelvo es al viejo Alberto Breccia”, sostuvo.

Para él, su historieta fue uno de esos momentos en que la inspiración aparece y se desarrolla sola, “estaba pensándolo y con ganas de hacer algo con humor mientras escuchaba a La Renga, más que nada ‘La balada del Diablo y la Muerte’, y me salió”, dijo sobre la génesis de su laburo ganador, porque “estaba piola jugar con esos dos personajes, tienen muchas cuestiones para verlos desde ese ángulo”.

Como adelanto, dijo que la historia gira en una payada entre el Diablo y la Muerte, quienes se quejan que en esta época no los toman tan en serio como antes, y en ese momento vienen del Cielo y los reclutan para un reality de canto.

Signo de los tiempos.