La teoría de la Policía es que entraron entre las últimas horas del martes 20 y las primeras del miércoles 21. Que destruyeron un candado que protegía una de las puertas principales de la Casa de la Cultura, que depende de la Municipalidad de La Toma, y que así accedieron a una oficina municipal y a la sala donde los alumnos del Plan de Inclusión Educativa (PIE) reciben clases. De allí se llevaron varios artefactos electrónicos, los más costosos son un proyector y cinco notebooks. Sospechan que los autores son dos adolescentes, de 16 y 17 años.
Esos elementos y los otros que sustrajeron fueron recuperados por la Policía de esa localidad en las inspecciones y rastrillajes que realizaron en inmediaciones a ese centro cultural y en el cementerio del pueblo.
El jefe de la Comisaría 16ª, comisario Ariel Rivero, le contó ayer a El Diario que los sospechosos son vecinos de la localidad y que citaron a sus tutores, para hablar con ellos del hecho. Pero aclaró que los menores no están imputados por el robo ocurrido en el edificio emplazado en el predio de la ex estación de trenes.
El robo fue descubierto el miércoles 21, y la Policía, avisada entre las 09:00 y las 10:00 del mismo día, dijo Rivero. Agregó que los efectivos comenzaron de inmediato con las averiguaciones y la inspección en los alrededores. Así fue como, un rato después, ubicaron “a unos 20 metros (de la Casa de la Cultura), en una construcción abandonada que está dentro del mismo predio, una computadora completa”, con todos los accesorios, precisó. Es de la oficina municipal.
“A unos 50 metros (del edificio), en un canal de desagüe, estaban el resto de las cosas”, acotó. Se refería a diez auriculares con micrófono, una impresora, una pava eléctrica, tres caloventores, una garrafa de 10 kilos y un casco de motocicleta. Todos estaba repartido en bolsas de consorcio negras. “Creemos que no tuvieron tiempo de llevárselas, y que por eso las embolsaron y las dejaron ahí, para ir por ellas después”, refirió el jefe policial.
En ese momento, aún faltaban las cinco notebooks y el proyector. Fueron ubicados al día siguiente, al mediodía, gracias a los datos que la Policía obtuvo, dijo Rivero sin abundar en detalles.
La información indicaba que esos elementos estaban en la zona de la necrópolis, a unos mil metros de la Casa de la Cultura. Estaban bajo un arbolado, tapado con hojas, describió. Así, la Policía recuperó el total del botín.
Según el comisario, era importante indagar y conseguir lo más rápido posible las referencias de dónde podían estar los artefactos, ya que “seguramente iban a tratar de sacarlos de la localidad cuanto antes; no iban a poder venderlos acá”, aseveró.
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