La ludopatía, un mal que ataca cada vez más a los jóvenes

Máquinas tragamonedas, ruletas electrónicas y póquer. Antes estaba reservado para adultos canosos, fumando cigarrillos y tomando un trago sentado frente a los juegos de azar. Hoy el panorama ha cambiado y los jóvenes de entre  20 y 22 años son los que ocupan estos espacios. Así lo advirtieron en FAS (Fundación de Acción Social).

"Hoy los chicos  eligen las salas de los casinos como un lugar de esparcimiento.  Otros hacen tiempo para después salir a bailar y esto permite que estén expuestos a grandes riesgos", indicó Matías Seguel, psicólogo y miembro de la fundación FAS, quien agregó que "esto ha ido creciendo y que los mayores de 18 eligen esos espacios en donde no hay otras ofertas de esparcimiento".

“La ludopatía es una adicción a los juegos de azar en donde intervienen las apuestas. Es una enfermedad silenciosa porque en las personas no deja marca, olor, ni huellas. Sí produce ansiedad, nerviosismo. Por lo general la familia del adicto lo asocia con otra cosa”, contó Seguel.

“Hay dos tipos de jugadores: uno que busca evitar ponerse en contacto con situaciones que le angustian, como la soledad o la pérdida de algún ser querido”, manifestó la psicóloga y especialista en ludopatía María José Pérez y agregó que “en segundo lugar están los buscadores de sensaciones, que son aquellos que encuentran placer en el juego. Las consultas se producen tanto de varones como mujeres y a menor edad".

Durante la entrevista con El Diario de la República la especialista hizo silencio y se tomó un minuto para recordar un episodio que le había manifestado un paciente, el cual pudo graficar su sentir frente a la ruleta. “Estábamos hablando y en su descripción me dijo que dentro del casino él se sentía vivo. Que la adrenalina y la sangre le corrían por todo el cuerpo. Yo me pregunto qué sucede que esa emoción no la puede trasladar a cualquier ámbito de su vida”, detalló.

Otro punto importante que remarcó Seguel es que “las personas muchas veces no entienden cómo algo que es legal, en este caso el juego, puede hacer mal. También hay un desconocimiento en la concepción de las adicciones sin sustancia. Algunos se acercan y me preguntan cómo afecta si no se ingiere nada” y agregó que estos componentes hacen que no tengan noción de que padecen esta afección.

Según Pérez, “todas las adicciones son un camino de pérdida.  Esto se ve reflejado en lo económico y muchas veces es sostenido en el tiempo con mentiras que van afectando las relaciones con su entorno más próximo”, detalló y también precisó que otro de los síntomas es que la salud se ve deteriorada.  “Empiezan a tener dificultades en el sueño y con la alimentación. Simplemente porque el juego se apodera de su vida. En el trabajo tienen problemas, no se pueden concentrar y en algunos casos llegan a cometer delitos", concluyó.

Sobre el rol que tiene que ejercer en estos casos la familia, el miembro de la fundación Fas, advirtió que muchas veces por querer ayudar a los que padecen esta adicción terminan perjudicándolos, solamente por desconocimiento. “Cuando el problema del juego ya está instalado, los ludópatas adquieren muchas deudas. Lo primero que hacen algunos es saldar estos compromisos o en otros casos prestarles el dinero. Entonces  saben que siempre habrá alguien que responda por ellos”, relató.

“Lo que hacemos desde nuestro lugar es enseñarles que esas conductas no son buenas y que tienen que dejar que los pacientes se hagan cargo de sus responsabilidades”, remarcó el psicólogo.

Otra herramienta que se les brinda es el manejo del dinero. "Las personas sin efectivo se les hace más difícil ingresar a las salas de juego. Un familiar deberá estar a cargo de la administración", expresó.

En San Luis existe la autoexclusión de las casas de juegos. “Los mismos pacientes la piden. Se ponen en contacto con el casino y firman un acuerdo en donde  solicitan que no los dejen ingresar  Se trata de un compromiso que asume tanto la empresa como el ludópata, esto es voluntario y si por alguna razón entra a la sala automáticamente lo retiran".

“Lleva mucho tiempo poder recuperarse de este tipo de adicciones. Una persona que juega hace 20 años, es muy difícil que en 6 meses logre mejorar. Todo es un proceso en el cual hay que trabajar minuciosamente”, finalizó Seguel.

Para cualquier consulta o duda pueden comunicarse de modo anónimo con la fundación al 4429745 en donde se les brindará todo el asesoramiento correspondiente.