Más de 200 personas disfrutaron las estrellas en el Cerro de la Cruz

El Cerro de la Cruz se convirtió, en los últimos años, en el gran escenario de fondo de las selfies de muchos puntanos, porque subirlo implica compartir entre amigos y porque los paisajes, tanto de día como de noche, son impresionantes. Esas postales quedaron en los recuerdos, en los teléfonos y en las cámaras de más de doscientas personas que el sábado decidieron sumarse al primer “Trekking nocturno” organizado por la Secretaría de Deportes de la provinci. Para participar había que inscribirse por internet. Algunos vecinos de Juana Koslay pudieron observar el descenso a través de las luces que reflejaron con sus linternas. 
“Lo más imponente al hacer esta actividad cuando anochece en la ciudad, es la vista increíble desde arriba. No es común verla desde esa altura, muchos se sorprenden cuando perciben lo grande que es San Luis. Eso es lo que más impresiona a la gente, de un lado está la ciudad y para el otro lado está Potrero. Llegamos de noche y no pudimos observarlo bien, pero de día se ve el lago. Además se ve bien marcado el camino a Villa Mercedes. Está Terrazas y el Hito, entre otras obras grandes que cobran magnitud”, contó el jefe del Programa Deporte Social y de los Sueños Puntanos, Gustavo Gil.  
Con sus mochilas cargadas de agua y elementos necesarios para subir las sierras, el grupo se concentró desde las 19, entre la Aguada de Pueyrredón y la calle 20 de noviembre.  
“Antes de salir chequeamos que todos tuvieran agua y linternas. Les explicamos que es necesario llevar las manos libres, porque si te resbalás amortiguás con ellas. Como fueron varios profesores distribuidos en el grupo, les explicamos que si sentían mareos o apunamiento, tenían que avisarles. Otro de los aspectos importantes que explicamos fue que conservaran sus lugares dentro de las distintas filas porque esto no es una competencia, sino que es una actividad para divertirse y se relajarse; todos los que participaron entendieron y no tuvimos ningún tipo de problemas”, explicó Gil y agregó que el objetivo principal del encuentro fue que hicieran algo distinto, “muchas personas nos comentaron que habían ido de día, pero nos contaron que de noche les impactó de otra manera. Son dos experiencias distintas”. 
El reloj marcó las 19:30 y el contingente inició el ascenso. “Mientras caminábamos apreciamos la caída del sol, eso fue hermoso. Nos llevó una hora y cuarto arribar a la cima, es decir, al grupo completo, porque hicimos varias paradas, la gente se hidrataba y algunos aprovechaban para tomar mate, comer algo y sacar fotos”, afirmó. 
El profesor de Educación Física especificó que cuando llegaron permanecieron un buen rato. “El descenso fue de noche, todos llevaban sus linternas, como les habíamos pedido, abajo había una ambulancia y bomberos, sólo por precaución. No los necesitamos porque todo salió de la mejor manera, fue un excelente grupo el que se armó. Cuando llegamos al punto de partida, hicimos una pequeña clase de estiramiento, tomamos más agua y cada uno se fue para su casa”, dijo Gil y agregó que las edades de las personas que participaron oscilaban entre los 15 y los 50 años; además aseguró que repetirán esta experiencia. 
Según indicó el cronómetro de uno de los participantes de la caminata, la aventura duró en total dos horas, con cuarenta y tres minutos; que la distancia recorrida fue de cuatro kilómetros y medio; y que a partir de las 23:03 cada uno volvió a su hogar feliz de haber hecho actividad física y de llevarse una visión diferentes de la ciudad de San Luis.