A veces comemos en los pasillos, en las mesitas de afuera o en algún quiosco y se torna incómodo", contó Gisela Torres, una estudiante daractense de Obstetricia en la Universidad Nacional de Villa Mercedes (UNViMe). Pero esos días están a pasos de quedar atrás. Y es que la casa de altos estudios dio un gran salto y lanzó el llamado a licitación para contratar un servicio de comedor, que estará abierto a estudiantes, docentes y no docentes.
Bruno Gizzi, secretario de asuntos estudiantiles y bienestar, contó que el presupuesto destinado para la contratación es de 2,4 millones de pesos. Además dijo que, como la universidad no cuenta con una infraestructura en la que pueda instalarse el comedor, los oferentes tendrán que proponer un espacio que tenga la capacidad para alimentar a los cientos de estudiantes que asisten a la UNViMe. "Otros requisitos son como norma de seguridad e higiene, también tiene que ver aspectos desde el punto de vista de alimentación", añadió.
Gizzi comentó que una vez que pongan en marcha el servicio, otorgarán ciento cincuenta becas a los alumnos que más lo necesiten. "De todas maneras puede ir todo el estudiantado, los docentes y también el personal no docente", aclaró. Y añadió que por el momento, sólo otorgarán el almuerzo.
"Sabemos que hay muchos estudiantes que lo necesitan, sobre todo quienes vienen de otras localidades. El presupuesto mensual de lo que gastan es alto, teniendo en cuenta lo ajustada que está la economía", consideró el funcionario académico. En cuanto al precio, dijo que lo establecerán los oferentes, pero que eligieran lo que le convenga a los jóvenes.
El equipo estudiantil recibió muy bien la noticia, ya que algunos no sólo comentaron que es incómodo no contar con un espacio propio, también manifestaron que suelen gastar hasta cuarenta pesos por día en comida "al paso".
"Una gaseosa te cuesta veinte pesos y el pebete casi lo mismo. Es lo que comemos casi todo el día porque no hay lugares cerca que te vendan comida, tampoco tenemos tanta plata. Me parece que si nos dan la chance de tener un comedor, va a ser muy bueno", comentó Dayana Sosa, de la licenciatura en Obstetricia, mientras comía empanadas que le cocinó su mamá. "Esto no pasa todos los días", dijo la muchacha entre risas. Tamara Villegas, otra de sus compañeras, contó que los "negocios de la zona son bastante caros y no suelen tener mucha variedad de comidas. No me queda otra que cocinar o comprar".
Para Victoria Ghio, el panorama se complica un poco más. La jovencita es oriunda de Justo Daract y viaja a la ciudad todos los días. "No tengo la posibilidad de irme a casa una hora y volver para comer, creo que nos ayudaría muchísimo. En algunos casos tenemos que ir cuando salimos en los intervalos o nos salimos un ratito de la clase. Es una buena idea y espero que se ponga en práctica dentro de poco".
El responsable de asuntos estudiantiles y bienestar, adelantó que la apertura de sobres será dentro de dos semanas. "A partir de que conozcamos al oferente elegido, comenzaremos a trabajar para activar el comedor, lo antes posible, como lo ha hecho el rector con todos los logros que se han alcanzado", consideró.
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