Cuatrocientos cuarenta y nueve kilómetros separan Maipú, en Mendoza, de Santa Rosa del Conlara. Es la distancia que Oscar Diego Andrada tendrá que recorrer en breve, para responder ante las autoridades judiciales de la vecina provincia por haber golpeado de tal forma a su ex novia, Florencia Cataldo, que la dejó en coma, el año pasado.
Andrada, de 32 años, fue ubicado en el paraje Los Peros, situado unos cuatro kilómetros al sur de Santa Rosa, estimó el jefe de la Comisaría 25ª, subcomisario Heraldo Clavero. En esa dependencia Andrada aguardará hasta ser trasladado a Mendoza. Por lo pronto, está a disposición del juez Penal de Santa Rosa, Jorge Pinto.
El jefe policial indicó que a la seccional llegó la versión de que en este paraje se había instalado de modo reciente un hombre con pedido de captura. Hicieron averiguaciones y confirmaron que, en efecto, había un individuo –Andrada– que habría llegado hace unas dos semanas y se había empleado en un campo de la zona, donde hacía tareas rurales. Aparentemente llegó solo, y no tendría allegados en la localidad.
El viernes, un grupo de policías fue a la propiedad. Le pidieron que se identificara. Andrada no tenía documentación. No se resistió cuando los uniformados le explicaron que iban a llevarlo a la seccional.
Allí confirmaron que sobre él pesaba un pedido de captura nacional e internacional por “Lesiones graves dolosas agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género”, detalló Clavero.
El subcomisario dijo que el pedido de captura fue librado por la Fiscalía 16 de Rodeo del Medio, en 2016.
Según medios digitales de la vecina provincia, el hecho por el que lo investigan ocurrió en la madrugada del domingo 29 de mayo, en el bar “Tito”, próximo al boliche “El Santo” de Maipú, a donde la víctima, que actualmente tiene 25 años, iba a ir a bailar con amigas.
Unos dos meses antes, la muchacha había resuelto finalizar su relación con Andrada. Esa noche, se cruzaron en “Tito”. Allí, más precisamente en el patio, él la atacó a puñetazos limpios, causándole fractura de cráneo y múltiples contusiones en la cara.
Fue internada en el Hospital Central, donde estuvo en terapia, conectada a un respirador.
Por las averiguaciones practicadas por la Policía local, antes de instalarse en San Luis estuvo en distintos puntos de Mendoza, probablemente a sabiendas de que lo buscaban.


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