Un joven de Justo Daract quedó preso por robarle a su ex novia

Probablemente la cárcel le sirva de escarmiento a César Gabriel Fernández, un joven de Justo Daract que en un mes fue procesado dos veces por desobedecer una orden judicial de no acercarse a su ex novia, de 17 años. En la última oportunidad, el juez Penal 2 de Villa Mercedes, Leandro Estrada, lo acusó además de robo calificado, por haberle quitado el celular a la chica, amenazándola con un cuchillo.

Al abogado de Fernández, Pascual Celdrán, le parece un despropósito que el magistrado le haya imputado “robo calificado” al acusado, ya que “si hubiera valorado la prueba en forma adecuada no podría haberlo imputado más que por hurto”, dijo. Esa acusación menor hubiera permitido que el imputado quedara en libertad.

El defensor anunció que tiene previsto presentar hoy un planteo de nulidad y una apelación contra la disposición del juez instructor.

Estrada no tuvo dudas sobre cuál era la configuración del delito que le imputó a Fernández. “Desapoderó a la menor de su teléfono celular, el cual fue secuestrado en el allanamiento realizado en su morada (la del acusado), y esto configura el desapoderamiento ilegítimo que constituye el robo”, expresó en su resolución. Y explicitó que en este caso fue calificado “por el empleo de un arma (cuchillo)”. “Esto –abundó–, con absoluta independencia de si el autor ingresó al domicilio de la menor (al cual no podía acercarse por resolución judicial) con intenciones directas de desapoderarla de algún bien, o de lesionarla, o de amenazarla, o de ‘molestarla”.

El defensor sostiene que Fernández se acercaba a su ex con el consentimiento de ella, y que la vez que le tomó el celular, lo hizo por un ataque de celos, para ver con quién se comunicaba la adolescente.

Para el juez, esa justificación no tiene importancia. “El desapoderamiento ilegítimo queda configurado con independencia de las intenciones, sea que estas hayan sido apropiarse del teléfono, o utilizarlo, o ‘controlar’ con quién mantenía comunicaciones su ex pareja, atento el contexto de hostigamiento del que era víctima la menor”, expresó en su fallo.

Para acusar a Fernández, el juez también tuvo en cuenta que sobre él “pesaba una resolución judicial dictada por el Juzgado de Familia y Menores 1, que le prohibía acercarse y le exigía cesar con las agresiones hacia su ex pareja”. Por eso también le imputó el delito de desobediencia a una orden judicial. No fue la primera vez que al novio despechado lo acusan por ese delito. El 24 de marzo pasado, el juez Correccional de Villa Mercedes, Santiago Ortiz, ya lo había procesado por no acatar aquella disposición de la juez de Familia y Menores.