Fue raudo el paso del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, por San Luis. Llegó el miércoles a la noche proveniente de Córdoba y se reunió con un grupo de dirigente de Cambiemos, por lo que su estadía en la provincia obedeció únicamente a cuestiones políticas. En el Gobierno lamentaron que no se animara a tomar al menos un café con el gobernador, Alberto Rodríguez Saá, quien estaba dispuesto a recibirlo en Terrazas del Portezuelo y, de paso, poner en agenda algunos temas de la relación bilateral que la Nación mantiene congelados y sin avance. Como por ejemplo, el pago de la deuda que la Corte Suprema le reconoció a San Luis en noviembre de 2015 o el reclamo por la reglamentación del decreto 699 que amplía los beneficios de la Promoción Industrial.
Frigerio prefirió refugiarse con sus representantes políticos en la provincia y esa “preferencia” también se vio reflejada al momento de firmar un acuerdo para realizar obras de pavimento en un solo municipio de la provincia: La Punta. El contacto con la prensa fue escaso. Más bien siguió el criterio de selección, según el cual los medios afines a Cambiemos fueron invitados a presenciar la firma del convenio con La Punta y hablar cara a cara con el ministro. En cambio a otros, se les ofreció un contacto telefónico que no aceptaron. “Vino a hacer politiquería”, sintetizó el senador Adolfo Rodríguez Saá.
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