La República será “un barrio digno, como todos los barrios y casas de San Luis”

Rodeado de vecinos, Adolfo Rodríguez Saá visito este mediodía el barrio La República, ubicado en el oeste de San Luis capital. Allí reconoció los problemas de la humilde población, responsabilizó a la gestión anterior del abandono de la zona y prometió soluciones, en un mano a mano con los habitantes, a quienes escuchó en cada uno de sus reclamos.

“Sé que es difícil la situación que tenemos, que hay un problema con las tierras, con el agua, con la luz, con cada una de las viviendas que quieren construir, y que tienen obstáculos para hacerlo”, comenzó, rodeado de madres, padres y niños del lugar.

“En la provincia teníamos una política de vivienda exitosa, cada familia tenía su casa. Una vez cuando asumí, el barrio 1º de mayo estaba en condiciones como esta. Y le hacían mala fama y conocía a la gente, buena gente, que estaban en una situación difícil. Le ayudamos a hacer las casas y hoy es un barrio humilde, pero confortable y digno. Tenemos que lograr lo mismo con este barrio”, aseguró.

Adolfo apuntó contra la gobernación de Claudio Poggi por el abandono del barrio. “Le entregamos el gobierno a Poggi y toda la familias tenían una casa. Poggi nos devolvió el gobierno y nos encontramos con el tremendo problema del Barrio La República.  Pero no vengo a echar culpas, vengo a decirles que nos venimos a hacer cargo para ayudarlos”, agregó.

“Acá hay miles de puntanos que saben que el Adolfo cumple, y vengo acá para ayudarlos. Les pido que tengan confianza”, dijo el Senador nacional, quien dijo que está trabajando con concejales, funcionarios y ministros para sacar el barrio adelante. E invitó a los vecinos a colaborar también.

“Entre todos vamos a solucionar los problemas comunes, armar las cooperativas para que empecemos a  armar el barrio y progresar, en paz, en armonía, para que este sea un barrio digno  como todos los barrios y casas de San Luis”, concluyó, ante el aplauso de los presentes. Muchos le dijeron “Bravo vecino”, contentos de recibir, en mucho tiempo, a alguien que les habló de igual a igual.