La fe en micro: 60 mercedinos y daractenses viajan a Chile

Ni conocer el otro lado de la Cordillera, ni hacer compras a precios más accesibles, lo que realmente los moviliza es la fe. Esta tarde, sesenta feligreses de Villa Mercedes y Justo Daract se subirán a un colectivo para viajar a Chile y participar de la visita apostólica que hará el Papa Francisco. Tenían previsto salir este domingo a las a las 14 desde la terminal de ómnibus mercedina con las valijas llenas de expectativas y armados de paciencia para pasar la aduana y llegar a Santiago mañana, donde se hospedarán.

Como todavía el Sumo Pontífice no ha vuelto a su tierra natal, la gira por el país trasandino se volvió una posibilidad más que atractiva para los sanluiseños. En Villa Mercedes, la comitiva se armó gracias a la iniciativa de Matías Rocha y Natalia Aguilar, un matrimonio que se cargó sobre los hombros la organización del viaje y la estadía.

“Nuestra primera idea era ir de forma particular porque tenemos un vínculo muy grande con personas de Santiago que conocieron a Monseñor Francisco Miranda. Esa relación perduró en el tiempo y entre charla va y charla viene, terminamos preparando este colectivo para sesenta personas”, relató Rocha, quien ya se había puesto al frente de la organización de viajes hasta la Jornada Mundial de la Juventud en Brasil, en el 2013, y en la visita de Francisco a Paraguay en 2015.

En octubre del año pasado, abrieron la convocatoria para los interesados y en tan sólo cuatro días llenaron la cantidad de butacas que tiene el micro que contrataron. A partir de ahí siguió la parte más tediosa: tramitar seguros, permisos para los menores de edad y conseguir toda la documentación para cruzar lo más rápidamente posible los puestos fronterizos.

Al transporte subirán personas de una amplia gama de edades, que van desde los 13 hasta los 77 años. Algunas son familias enteras, otros amigos, parejas y feligreses de diferentes parroquias de la ciudad. “Hay algunos que no frecuentan mucho la Iglesia, pero que toman este viaje como una oportunidad para encontrarse con Cristo”, valoró.

Es que el espíritu que buscan imprimirle los organizadores a la excursión tiene fines bastante alejados a los turísticos. “Siempre hay ganas de conocer un poco el país, pero lo principal es estar con Dios y poder ver al Papa", aseguró Facundo Campero, uno de los más jóvenes de la comitiva.

El adolescente de 16 años decidió dejar de lado su viaje de egresados para pagar el boleto a Chile. "Estoy un poco nervioso y emocionado. Espero poder ver pasar a Francisco, aunque sea de lejos. Ojalá esta experiencia me sirva mucho para crecer", expresó.

El sentido espiritual que tiene la peregrinación explica también que su costo sea mucho menor al que pedían las agencias turísticas. Cada persona sólo tuvo que abonar 3.500 pesos para cubrir los gastos del traslado, la comida y el alojamiento.

La mayoría se hospedará en una escuela que consiguieron los vecinos de la capilla Virgen Peregrina de la comuna de Las Condes, un pequeño poblado rodeado de cerros al noroeste de la ciudad de Santiago. Mientras que los más grandes o los que tengan alguna dificultad física, serán recibidos en casas de familias.

"Estamos contando las horas para que lleguen, porque cuando hablan de la rivalidad entre argentinos y chilenos yo creo que debe ser en el fútbol nada más. Porque tenemos un cariño muy especial con la gente de Argentina, nos sentimos muy cercanos", expresó María Alejandra Romero Cerón, la sacristana de la capilla chilena.

La mujer dijo que tienen muchas expectativas por la llegada del Papa porque el país está muy "convulsionado y egoísta". Y agregó: "Esperamos que el Santo Padre nos traiga la paz, como la trajo Juan Pablo II cuando vino en 1987".

Más allá de lo impredecible del tiempo que puedan permanecer en la aduana, Rocha confía en que podrán llegar a Santiago mañana antes del mediodía, después de haber hecho dos visitas especiales: al santuario de Santa Teresita de Ávila y al de San Alberto Hurtado, dos santos chilenos.

Todos los que viajan, llevan la entrada para ingresar al Parque O'Higgins para participar de la misa que Francisco celebrará a las 10:30 de la mañana. Ana Boffa, una joven daractense que integra el contingente, contó que les recomendaron llevar botellas de agua para apaciguar el calor y ropa cómoda para poder caminar mucho. "Pero más allá de las dificultades que pueda haber o del cansancio, lo vivimos con un sentido de fe porque sabemos que vamos a estar en una cercanía espiritual con el representante de Cristo", expresó.

El regreso será el miércoles 17 por la tarde para poder estar el jueves nuevamente en Villa Mercedes.