La pasión por enseñar teatro
Marcela Aravena llegó a la provincia hace unos años con la intención de continuar su carrera como directora teatral. Desde entonces, no ha parado de estrenar sus obras.
Su pelo suelto combinaba a la perfección con su ropa colorida y los aros de madera que armonizaban su atuendo dan fe que para Marcela Aravena, una docente y directora de teatro, la imagen es importante. De hecho, trabaja de eso.
Nacida hace 44 años en San Rafael, la vida Marcela se desarrolló en distintos sitios. De chica sabía que quería hacer teatro y cuando llegó el momento de elegir la otra opción fue abogacía. "Del derecho me gustaba esa teatralidad que hay en los juicios, me apasiona alegar cosas, el discurso y lo teórico", comenzó a relatar la directora como para equipar las dos materias que la debatieron al final de la adolescencia.
Su convivencia con las leyes duró tres años, hasta que en una materia de Oratoria se dio cuenta que, contrariamente a lo que creyó siempre, la abogacía estaba muy lejos del teatro. Radicada por entonces en la capital mendocina, Aravena se cambió rápidamente a la licenciatura en arte dramático, de la que se graduó finalmente. A la distancia que dan los años, la directora destacó la importancia de las carreras de teatro y lamentó que en la provincia aún no haya ninguna materia en la educación formal referida a eso.
Mientras vacacionaba por el mar uruguayo, hace unos años, fue indiscutiblemente seducida por el carnaval oriental. El canto, la murga y la música fue lo que enamoró a la artista y luego de sus vacaciones siguió visitando frecuentemente el país vecino, hasta que en 2002 se radicó por seis años.
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