Las infraestructuras "verdes", una alternativa para afrontar la escasez de agua
Están inspiradas en la naturaleza, son una alternativa a la construcción de diques o estaciones de depuración, asegura la ONU.
Los procesos naturales pueden "actuar como reguladores, limpiadores y proveedores de agua", explicó en una rueda de prensa en París Richard Connor, redactor jefe del informe anual de la ONU sobre el tema. El escrito será presentado oficialmente este lunes en Brasilia, donde se celebra el 8º Forum Mundial del Agua.
Las infraestructuras "verdes", están inspiradas en la naturaleza, y son una alternativa a la construcción de diques o estaciones de depuración, asegura el informe.
Cerca de la mitad de la población mundial, unas 3.600 millones de personas, vive en zonas donde falta agua al menos un mes del año. Esta cifra podría llegar a las 5.700 millones de personas en 2050, según Connor.
El científico sostiene que las reservas subterráneas se van agotando por la irrigación, sobre todo en los países en desarrollo. Además la calidad del agua se degrada por la contaminación del recurso que se utilizan con fines industriales, municipales y por la acción de químicos agrícolas, advirtió la ONU.
No se trata de prescindir totalmente de ellas sino de buscar "la mejor combinación" entre infraestructuras "grises" y "verdes", afirmó.
Para hacer frente a esta situación ya no basta con obras de ingeniería civil (las llamadas "infraestructuras grises"). Estas soluciones "verdes" se pueden aplicar a la agricultura pero también a "las ciudades en crecimiento". por ejemplo antes de poner asfalto y cemento por todas partes, se puede mantener más zonas naturales.
Recurrir a sistemas naturales o seminaturales ofrece numerosos beneficios adicionales. Además de mejorar la disponibilidad del agua y su calidad "es posible aumentar la producción agrícola por hectárea con una mejor gestión del agua" y poder alimentar así a más personas, asegura Stefan Uhlenbrook, coordinador programa mundial de Naciones Unidas para la evaluación de los recursos en agua.
Uhlenbrook señaló que Nueva York es un claro ejemplo de ello, desde hace dos décadas. La ciudad ha desarrollado una política original de protección de las tres cuencas hidrográficas que alimentan la ciudad y sus 8,5 millones de habitantes, que incluye programas de preservación de los bosques y la remuneración de los agricultores menos contaminantes.
El resultado es que Nueva York "recibe las aguas menos contaminadas de Estados Unidos", un proceso que ahorra además 300 millones de dólares por año en su tratamiento.
En el mismo sentido Egipto tiene un proyecto piloto en los humedales de Bilbeis, a 55 kilómetros de El Cairo, que ha permitido tratar aguas residuales y regar los eucaliptos con un costo menor al de las soluciones tradicionales.
Las infraestructuras "verdes" también influyen en la erosión y la calidad del suelo, la vegetación, los riesgos de sequía y de inundación.
"Estas soluciones son rentables", insiste Connor.
AFP-NA.
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