16°SAN LUIS - Sabado 20 de Abril de 2024

16°SAN LUIS - Sabado 20 de Abril de 2024

EN VIVO

Guillermo es de Tilisarao y busca a su madre biológica

Cree que su mamá lo dio a luz en una clínica privada, pero no tiene mucha más información.

Por Leonardo Kram
| 18 de mayo de 2018
Por su madre. El joven encontró a una enfermera y una obstetra, que habrían atendido a su mamá. Foto: gentileza Guillermo Peralta.

"Acá estoy, tratando de armar un rompecabezas", afirmó Guillermo Peralta, de 31 años, comerciante que vive junto a su pareja Nadia y su hijo Iván en Tilisarao. Su identidad es la que está incompleta: fue adoptado por Ramón Peralta y Margarita Brito, jubilados que hoy tienen 66 años. La mañana del 14 de marzo de 1987, un hombre golpearía a la puerta de la casa de Peralta, sobre calle 25 de Mayo. Por lo que le contó Ramón a Guillermo, era su abuelo biológico. "Le dijo que estaba apurado y no sabía si yo iba a sobrevivir ", recordó. Sin darles muchas explicaciones, le dejó el bebé en brazos y de ahí nunca lo volvieron a ver. El joven en el último mes  y medio se embarcó en la tarea de saber quién es su madre. Tiene un probable apellido: "Ochoa", una edad posible ("entre 15 y 16 años") y el dato de que quizá vivía en alguna localidad del Valle del Conlara.

 

"Primero que todo la carencia afectiva nunca la sentí, porque gracias a Dios, la familia que tengo de crianza ha sido muy buena. Son las personas más incondicionales del mundo y me lo han demostrado. Nunca sentí la ausencia pero sí la necesidad del derecho a saber quién soy", remarcó Guillermo, en un contacto telefónico con  El Diario, mientras atendía uno de los dos comercios gastronómicos que gerencia. "Lo que más me motivó es que tengo un hijo. Por un lado porque está bueno saber que es uno, de qué sangre, y por el otro, de que si mi hijo tiene una enfermedad o yo mismo, voy a saber a quién recurrir", agregó.

 

El comerciante remarcó que no busca "comprometer a nadie" y que sólo quiere saber sobre su madre. "Del punto de vista legal podría haber iniciado acciones, pero estoy tratando de buscarlo por otro lado, así al menos voy a llegar a la verdad", detalló. Y admitió que siempre tuvo sospechas desde chico de que era adoptado, pero recién hace un mes y medio se sentó a hablar con su padre Ramón y allí le contó sobre su origen. "Me dijeron la verdad, me dijeron quien me había traído. Él se acordaba de los rasgos físicos, pero no del apellido", afirmó.

 

Comenzó a averiguar en el pueblo y llegó a la conclusión de que había nacido en una clínica privada que ya no existe y que quedaba a solo dos cuadras y media de donde lo dejaron, sobre calle San Martín. "Me contacté con la dueña de la clínica y me dijo que de los registros no  había quedado nada, pero me comentó de una enfermera que había trabajado ahí". Dio con la trabajadora (de quien prefirió no revelar el nombre) que le dio las pistas más claras sobre su posible madre. Un cuaderno, no oficial, escrito a mano donde anotaba fecha y hora del nacimiento, sexo, nombre de los padres, grupo sanguíneo y como había resultado del test de Apgar, que se le hace a los recién nacidos.  Según ese documento nació a las 1:45 del 14 de marzo (el mismo día que lo inscribieron en el Registro Civil sus padres de crianza), pesaba 2 kilos 200 gramos, pertenecía al grupo sanguíneo B+ y su test de Apgar había salido de 9 sobre 10. "Parecía que Dios me lo había puesto (al cuaderno), por haberlo guardado en 31 años. La verdad que lo más raro de todo es que todos los otros partos tenían el apellido del madre y  el padre y el único parto de un solo apellido era el mío, que era Ochoa. O sea había sido un secreto", reflexionó.

 

La misma profesional de la salud le dio las descripciones físicas de su abuelo y madre biológica, que habían asistido a la clínica."Mi abuelo era una persona vestida elegante y andaba en una camioneta. Tenía unos 50 años y quizá ya no esté con vida". Su madre era "una chica de tez blanca y pelo negro hasta la cintura, de entre 15 y 16 años. La enfermera cree que por la situación que vio que era madre soltera y que estaba acompañado por su papá, mi abuelo, que es quien me entrega a mi viejo de crianza", explicó. También se contactó con la obstetra y allí surgió la duda de donde vino su mamá. "Era de la zona del Valle de Conlara. La enfermera cree que venían de Concarán o Villa de Merlo. La obstetra me dice que es de Concarán", recordó.

 

Desde que empezó la búsqueda muchos lo contactaron y hasta hizo una publicación en Facebook, que fue compartida 955 veces. "Algunos coinciden, otros no. Hay mucha gente apoyándome. Dimos con unos casos en Cortaderas y Merlo pero no daban la edad", describió. "Si bien Ochoa es un apellido común, acá en la zona muchos tienen relación. No descarto que no estén en cualquier lugar de la provincia o ni siquiera vivan aquí. Hace 31 años atrás se pudieron haber ido. Alguien debe saber algo. Alguien se enteró o alguien la vio embarazada y luego no vio más a su hijo", dijo con esperanza.

 

"Hay gente que a lo mejor lo sepa, quizá mi madre, que hoy calculo tendría 46 o 47 años y capaz tiene temor de enfrentar esta situación", dijo. "Ahora que busco me doy cuenta que hay muchísimos casos, que no soy el único. Solamente que no todos toman la iniciativa de hacerlo. Son silencios de muchos años, cosas muy personales donde nadie quiere meterse por temor. Pero estamos en otros tiempos. Me animo a esto porque la sociedad ha cambiado, ha cambiado San Luis. Y ya dejamos de ser tan conservadores como antes", dijo sobre la búsqueda de su madre y de su identidad.

 

LA MEJOR OPCIÓN PARA VER NUESTROS CONTENIDOS
Suscribite a El Diario de la República y tendrás acceso primero y mejor para leer online el PDF de cada edición papel del diario, a nuestros suplementos y a los clasificados web sin moverte de tu casa

Suscribite a El Diario y tendrás acceso a la versión digital de todos nuestros productos y contenido exclusivo