Ya son 116 los puntanos autoexcluidos de los casinos

Son personas que de manera voluntaria  por dos años no pueden ingresar a las salas de juegos.

El placer de bajar la palanca y que en la pantalla salgan las tres imágenes iguales. La emoción que genera el escuchar el sonido de la caída de las monedas, la excitación que genera poner el billete en la ranura de la máquina para que todo vuelva a empezar a pesar de haberlo perdido todo. Ese placer se transforma en un calvario para los jugadores sin control que hace que pidan como acto de ayuda que les nieguen la entrada de los casinos porque no pueden contenerse de apostar. En San Luis desde el 2010 existe la posibilidad de la autoexclusión y el número de personas que integran esta lista sigue creciendo, hoy hay 116.  Así lo aseguraron desde el Programa Integral de Juegos Responsables conformado por La Caja Social, Grupo Slots y la Fundación Acción Social (FAS).

José María Jantus, gerente de Relaciones Institucionales del Grupo Slots, contó que a principio de año las autoexclusiones eran cien pero que en estos siete meses se sumaron dieciséis. Además aclaró que sirve como una herramienta más. “La clave es que trabajamos en conjunto con FAS, ellos los llaman y asesoran para que puedan comenzar con un tratamiento”, comentó.

Según Jantus, cualquier persona puede acercarse a los casinos y pedir de manera voluntaria que no lo dejen ingresar más a la sala. Una vez que se completen los datos por dos años no podrán tener acceso y es irrevocable. “Se le pide una foto 4 por 4, para que todo el personal de seguridad pueda identificarlos y así pedirles que se retiren de manera cordial de las instalaciones”, explicó y aclaró que otro de los requisitos para completar el trámite es llevar una fotocopia del documento de identidad (DNI) y deben ir acompañados por un familiar responsable. 

Otro de los puntos que remarcó el gerente de relaciones institucionales es que también sirve para que no puedan ingresar a los juegos online. “Ellos al registrarse tienen que hacerlo con su DNI, al cargar esos datos no los dejara ingresar. Toda la información se comparte con las páginas”, resaltó.

Matías Seguel, psicólogo y miembro de la fundación FAS, manifestó que las personas a veces no llegan a comprender cómo algo que es legal, en este caso el juego, puede hacer mal. “El juego patológico se encuentra dentro de la categoría de las adicciones sin sustancias como por ejemplo los videojuegos, las compras compulsivas, adicción al trabajo”, señaló y aclaró que estas difieren de las adicciones con sustancias las que se ingieren y generan cambios en las personas.

También agregó que la adicción es una enfermedad y por lo tanto una persona adicta al juego necesitará de un equipo interdisciplinario de profesionales para lograr revertir su situación y recuperar su salud.

Seguel resaltó algunos síntomas  a los cuales hay que estar atentos si se presentan inquietudes respecto a problemas relacionados con los juegos de azar. “Debemos prestar atención si una persona necesita apostar cantidades de dinero cada vez mayores para conseguir la excitación deseada.  Se sienten nerviosos o irritados cuando intentan reducir o abandonar el juego. Después de perder en las apuestas, vuelven otro día para intentar recuperar las pérdidas”, señaló

El psicólogo manifestó que generalmente las personas que tienen este tipo de patologías tienden ocultarlas o negarlas. “En estos casos los familiares deben intentar tener una actitud de comprensión y acompañamiento. Además ser tolerantes a la negativa de las personas sobre su problemática”, expresó y agregó que una manera de poder ayudarlos es mostrarles cómo su modalidad de juego afecta en su vida, para que tome consciencia, sin culpabilizar. “Pueden buscar información profesionales de la salud abocados a su problemática”, dijo.

Cualquier persona puede comunicarse con la fundación al 08006666176, línea de ayuda al jugador compulsivo o al 442212. También completar  de forma absolutamente confidencial la solicitud de autoexclusión voluntaria en las sala de juego.