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"Operación Hereford": los datos que apuntan a los sospechosos

Revelaciones de los testimonios y escuchas telefónicas incorporadas en el expediente, indican que hubo irregularidades en el traslado de hacienda, por lo que los pesquisas presumen que eran animales robados. 

Por redacción
| 02 de septiembre de 2018
Chiotti (padre) fue detenido en su casa en el barrio Los Quebrachos que fue allanada previamente.

Si, tal como presumen los investigadores, José Alberto Chiotti y su hijo, de igual nombre, están a la cabeza de la asociación ilícita que le robó al menos medio millar de vacunos a otro productor agropecuario, Julio César Vergés, a lo largo de siete años, tal cantidad de animales debió desplazarse en ese lapso, ya sea para que completaran el ciclo en otros campos de los sospechados o porque fue vendida a otros criadores o a frigoríficos. Según surge de declaraciones incorporadas en el expediente, en varias ocasiones, los Chiotti realizaron el traslado de más hacienda de la que figuraba en el permiso solicitado, lo que hace inferir a los investigadores que quizás esos animales no declarados eran mal habidos, probablemente sacados del campo del vecino. 

En estas declaraciones aparece el nombre del transportista Luis Alfredo Pereyra, detenido por orden de la jueza Penal 3, Virginia Palacios, al igual que los Chiotti y tres empleados rurales, Pablo Escudero, Gilberto Miranda  y Benito Nicolás Quinteros. 

Este último fue, años atrás, uno de los encargados de “La Rinconada”, la estancia que Vergés tiene en Villa General Roca. Después de que el dueño le pidiera explicaciones por el sistemático faltante de vacunos, Quinteros abandonó el trabajo, contó el denunciante. Después, Quinteros empezó a trabajar en “El Paraíso”, un campo de Chiotti, lindante al del damnificado.

En el sumario policial, como testigo, declaró un camionero que supo trabajar para el transportista Pereyra, dueño, además, de un lavadero de autos ubicado en la avenida José Santos Ortiz y Santa Fe, que fue allanado la semana pasada por la comisión policial a cargo de las actuaciones. Ese lavadero es uno de los dos de la ciudad de San Luis habilitados por el Senasa para lavar camiones que transportan hacienda.

El testigo contó que trabajó para Pereyra un año y ocho meses. En ese lapso “metí muchísimos viajes”, relató. Pereyra tenía dos camiones vaqueros, y él manejaba uno u otro. 

Como clientes, Pereyra tenía a varios productores, pero al que más traslados le hizo fue Chiotti, dijo el camionero. De esos dichos surge que había algunas irregularidades en el transporte, más específicamente, en el uso de la guía de traslado, el permiso oficial que expide el organismo de control para poder hacer ese viaje, desde un destino específico a otro. 

“Por lo general, me cargaban animales en los campos de Chiotti, me daban la guía de traslado, que tiene vigencia por tres días, desde el día que la sacan, y con esa guía hacía dos o tres viajes por día. Los que se pudiera hacer el día se hacían, según cómo andaba con el tiempo, hasta que se vencía esa guía o la visaban en algún control policial”, declaró el ex empleado de Pereyra. 

A eso, según dijo, lo hizo en varias ocasiones en otros establecimientos de Chiotti. “Consistía en pasar con la guía de traslado de animales por una cantidad determinada, sacar de un campo y completar la carga en otros. Por ejemplo, en una oportunidad, con una guía de 70 animales en la cual decía ‘lugar de origen El Paraíso’ y ‘destino La Petra’, cargaba en 'El Paraíso' 20 animales, aproximadamente, y luego me dirigía a los campos de San Jerónimo, El Pecarí, La Morocha y otros que no recuerdo el nombre, haciendo una parada en varios campos para completar la carga”, explicó.

“En varias ocasiones –continuó el testigo–, que para mí era común, cargué terneros en el campo 'El Paraíso' de Villa General Roca con la misma guía de traslado. O sea que con una guía para 70 terneros sacaba tres viajes de terneros, una cantidad  de 210 terneros. En otra ocasión, en 2015 (…) saqué de 'El Paraíso' entre 500 y 600 vacas, fácil”. 

Esa vez, según narró, Luis Pereyra le dio una directiva específica. “Tenía que trasladar las vacas por el camino que se llama Macho Muerto, porque por ahí no había control policial, para que no me visen la guía y poder usar la misma hasta que se venciera”. 

Esa maniobra fue corroborada por un empleado del feedlot que los Chiotti tienen en el paraje La Petra. Dijo que su jefe “todo el movimiento de la hacienda lo hacía con los camiones de Luis”. “Siempre saben hacer dos o tres viajes con la misma guía en el día (…) No sé por qué lo hacen, porque no les cuesta nada sacar guías para cada viaje (…) En realidad no sé por qué se manejan de esa forma, pero desde que estoy trabajando con ellos siempre se manejaron así, para ellos es común”, refirió.

Recordó que en una oportunidad, el chofer de un camión que llegaba al feedlot le dijo que traía una carga sin guía. No recordó quién era el camionero. Pero sí que llamó al menor de los Chiotti, para preguntarle qué hacer, y que, como no le respondió, se comunicó con Chiotti padre. “Ahh sí, van a Cuatro Esquinas esos (vacunos)…”, le contestó el productor. El empleado le recordó que estaban sin guía. El patrón le indicó que los descargara ahí, entonces.
 

 

Pistas a través del teléfono

Una de las pruebas incorporadas en el auto de instrucción son las transcripciones de conversaciones telefónicas mantenidas entre los sospechosos y entre éstos y otras personas vinculadas a la actividad ganadera. 
En una de ellas, un tal Gilberto –sería el detenido Gilberto Miranda, empleado de Chiotti que trabajaba en un campo de Villa General Roca– le dice a su jefe que era importante tener las guías, ya que junto a otra persona, a quien identifica con el apodo de “Tipito”, iban a sacar seis vacas, un toro y cuatro terneros.

Patrón y empleado acordaron marcar con una letra “A” a los animales que supuestamente eran propiedad de Chiotti. Este último le dijo que la guía que utilizarían serían del campo suyo, “de acá para allá”, en referencia a Villa General Roca.  
En otra conversación, Chiotti le pregunta al empleado “si hay algo”, a lo que Gilberto le contesta “siempre hay algo”. 

En otra de las escuchas transcriptas, una persona de apellido Escudero –sería otro de los arrestados, Pablo Escudero– le deja un mensaje de voz a José Chiotti, pidiéndole que le avise si va a ir a Villa General Roca. Después, el tal Escudero le ofrece terneros de un lote vecino, y Chiotti le responde que sí, que está interesado. Escudero le aclara que no están vacunados y le pregunta de modo textual “cómo va a ir la cometa”. 

En otra charla, que Escudero mantiene con Chiotti a través del teléfono de un hombre de apellido Mainero, el productor agropecuario queda en ir a Villa General Roca por lo que habían acordado anteriormente. Para referirse a eso arreglado de modo previo, usaron las palabras “encerrado” y “listo”, manifestando entre líneas “terneros y terneras”.

 

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