Alumnos solidarios crearon una bicicleta adaptada para donar

Nueve alumnos de sexto año de la escuela "Domingo Faustino Sarmiento" (ex Industrial) fabricaron desde cero una bicicleta deportiva adaptada para donársela a Sirur Maluf, un joven puntano que quedó parapléjico y todos los años cruza el dique La Florida. Los estudiantes presentaron la bici durante la jornada de puertas abiertas que realizó la institución en plaza Pringles. 

Xavier Menaya, profesor del Taller de Electromecánica, comentó que en mayo comenzaron a trabajar en el proyecto y que sus alumnos se entusiasmaron rápidamente. "Les propuse la idea de hacer la bici para Sirur. Él se dedica a la natación y es deportista más allá de su discapacidad, por eso pensamos en él", dijo Xavier emocionado, al mismo tiempo que giraba su cabeza y veía cómo los jóvenes daban los últimos retoques. 

El primer paso fue que los estudiantes conocieran al deportista para ver sus medidas y de esta manera comenzar a diseñar el móvil. "Terminaron de comprometerse cuando finalmente lo vieron. Les contó su historia, su accidente y cómo era su vida a partir de ese día. Fue el empujón que necesitaban para tomar las riendas del gran desafío que se nos presentaba", dijo el docente. 

Mientras sus compañeros probaban el andar de la bici, Kevin Aguirre era uno de los asombrados de lo que juntos habían logrado. "Es un orgullo formar parte de este equipo y más el poder cumplir con los pilares de la escuela: todos los conocimientos que se adquieren son volcados hacia la sociedad para mejorar la calidad de vida de la población", contó. Además, expresó que desde hace un tiempo en la institución se fabrican bicicletas para personas con diferentes discapacidades, pero que ellos fueron un poco más allá al incluir el deporte.

"Luego de conocer el ancho del dorso y el largo desde los hombros hasta la cintura de Sirur, nos pusimos a investigar modelos en internet, fue así que dimos con una que se denomina Handbike, que funciona para las personas que no pueden utilizar sus piernas, pero sí sus manos para pedalear", detalló.

Ya con las medidas tomadas y el diseño elegido, los alumnos pusieron manos a la obra. Primero dibujaron a mano alzada en un papel y luego lo pasaron al Autocad, un programa de computadora para terminar de darle forma a cada una de las piezas en 3D. 

"Todo está calculado milimétricamente. El respaldo del asiento del conductor se reclina a 30º y está compuesta por tres ruedas, dos traseras y una delantera. Tiene una caja pedalera y la dirección gira completamente", dijo Kevin, quien se subió, anduvo un trecho y con una tímida sonrisa dijo que la parte más complicada fue darle forma a los caños. "Utilizamos una dobladora manual de caños y debíamos hacer mucha fuerza. Prácticamente estuvimos un mes para hacerlos a todos. El resto fue un poco más fácil", afirmó. 

El alumno señaló que fue un gran desafío trabajar en equipo, pero lograron ponerse de acuerdo y tirar todos para el mismo lado. "Casi siempre seguíamos órdenes del profesor. El problema era a la hora de coordinar trabajos, pero una vez que llegábamos a un acuerdo funcionábamos como un engranaje.  Uno no podía continuar sin la ayuda del otro", aseguró.

"Los chicos dedicaron mucho tiempo. Algunos iban después de hora sin tener la obligación de hacerlo. Todo esfuerzo y sacrificio tiene su recompensa y hoy ellos pueden verlo", concluyó el profesor, que también agradeció a Sergio Barrera, un atleta con capacidades diferentes de Villa Mercedes que los ayudó con sus conocimientos y experiencias sobre la bicicleta.