Una familia puede gastar por egresado hasta 45 mil pesos

La fiesta de egresados es el momento esperado por los estudiantes que cursan el último año de la escuela secundaria. Chicas y chicos planean durante este tiempo cómo será esa noche mágica que cerrará un capítulo importante de sus vidas. Pero esta alegría trae aparejados fuertes gastos en tiempos difíciles: en promedio, los padres en este último trayecto del año deben invertir aproximadamente unos 45 mil pesos solo en el egresado, entre ropa, zapatos, tarjeta de la cena, fotos y videos, estética y accesorios. Esta suma se eleva si se tiene en cuenta que a la fiesta asiste toda la familia.

El Diario de la República realizó un recorrido por las principales casas de venta de indumentaria femenina y masculina de la ciudad para conocer cuáles son los precios (mínimos y máximos) que se encuentran en el mercado puntano y establecer el gasto que afrontan los padres en esta época de crisis económica.

A la hora de hacer el presupuesto, tanto los padres como los chicos salen a recorrer el centro para buscar el precio que mejor se ajuste a su economía. Se pudo observar que hay una amplia variedad y que está en la decisión de los compradores elegir la mejor opción para su bolsillo. Acá interviene mucho la ecuación precio-calidad.

Si el objetivo es economizar, hay varios comercios para mujeres que ofrecen vestidos desde 3 mil pesos en adelante. Si se busca exclusividad en el diseño, los valores ascienden de 7 mil a 30 mil pesos. A eso hay que sumarle las sandalias, que tienen un costo que va de los 2 mil a los 5.000 pesos aproximadamente. Pero también los accesorios son una parte fundamental para completar el atuendo femenino: collar y aros son esenciales, el conjunto cuesta entre 400 y 600 pesos.

Para los varones, el panorama es más o menos igual. Hay promociones de ambos (saco y pantalón) por 4.500 pesos, y un traje completo (saco, pantalón, camisa, corbata/moño, tiradores y chaleco) ronda entre los 7.500 y los 30 mil pesos. Los zapatos de ellos son más caros: el precio va de los 2.500 a los 6.800 pesos.

Pero el gasto en los egresados no termina ahí; los padres además deben pagar por la estética. Para ellas: peinado, maquillaje y tratamiento de uñas. Para ellos: corte de pelo, arreglo de la barba y perfilado de cejas. En el mercado hay varias opciones o promos que tientan a los jóvenes, pero que se transforman en un gasto más. Este servicio, en el caso de las chicas, cuesta entre 1.300 y 3.000 pesos. Para los varones es un poco más económico, de 300 a 1.000 pesos. Además, hay que sumar el costo de la tarjeta del adolescente, que dependiendo del servicio que se contrató, a principios de año rondaba entre los 1.500 y los 1.900 pesos. 

Para completar el panorama de  gastos extras, los padres durante el año pagaron las fotos y videos por un valor que estuvo entre los 2.000 y 4.500 pesos; también en algunos casos los chicos decidieron comprar aparte el cotillón, y para eso formaron un pozo común donde cada uno, en promedio, aportó unos 400 pesos.

Formas de pago
Las tarjetas de crédito son uno de los métodos más utilizados por los padres debido a que pueden extender el pago en varias cuotas sin interés. Guadalupe Pérez, de Macowens, comentó: “Se nota mucho la crisis. Los chicos junto con sus padres comenzaron a buscar precios desde septiembre, pero recién en octubre empezamos a tener ventas. La gente utiliza mucho las tarjetas de crédito”.
En la mayoría de las tiendas buscan que el impacto económico no sea tan fuerte, por eso ofrecen facilidades de pago mientras sea en efectivo. “La casa tiene un sistema de financiación que se llama Plan Reserva”, dijo Any Alaniz, de Kiona: “Lo implementamos el año pasado por la crisis y consiste en que pueden reservar el vestido con doce meses de anticipación, lo señan y lo pagan durante los meses siguientes, y con esto congelamos el precio”.
En Cibelan, Natalia Landart comentó que a esta altura del año en el local son muy pocas las chicas que llegan a comprar directamente un vestido debido a que lo comenzaron a pagar entre mayo y junio. Allí también se les congeló el precio, pero siempre hay algunas rezagadas: “Hay gente que llega a última hora y se asusta por los precios, por eso tratamos de buscar la forma de facilitarles el pago, ya sea a través de las tarjetas de crédito u ofreciéndoles importantes descuentos si es en efectivo o débito”.
En este mismo sentido, Ernesto López, de Valentino, indicó que debido a que en su local venden trajes a costos más altos, ofrecen hasta 12 cuotas sin interés con tarjetas de crédito. “Y además si el pago es al contado y en efectivo, se realiza un descuento del 30 por ciento”.
En otros comercios también adoptaron la modalidad de descuentos del 10 y 20 por ciento si el cliente abona al contado y en efectivo. “Es una de las maneras que tenemos para incentivar las ventas, ya que han disminuido bastante este año. Recién este mes se comenzó mover un poco más”, dijo Claudia Miranda, de A&Z.

Modistas y alquiler
Otra opción que tienen los egresados es recurrir, en el caso de las chicas, a una modista para que le confeccione el vestido. En algunos casos se pueden abaratar los costos, en otros resulta casi igual a uno ya confeccionado. En Jucanel, Nelly Vogt contó que confeccionan vestidos que tienen un costo que va entre los 7.500 y los 14 mil pesos. “Las chicas traen la foto de lo que quieren, elegimos la tela y nosotros se lo hacemos a medida. También les damos la posibilidad de que lo paguen en cuotas para que puedan tener su vestido soñado”.
Para los varones, la alternativa para ayudar a la economía familiar es alquilar el traje completo y los zapatos. Uno de los lugares más tradicionales de San Luis es La Botica, que por más de 30 años ha prestado este servicio. Gladys Damico señaló que el alquiler de un traje sale 1.500 y que incluye además la camisa y la corbata. “Los chicos buscan ahora los trajes de colores, con el corte 'slim fit', que comprende los pantalones chupines. También les alquilamos los zapatos a 700 pesos”.
A esta altura del año, si no se han tomado las precauciones necesarias para que este “golpe” no sea tan fuerte, los padres tienen que salir a recorrer las tiendas, consultar precios y por sobre todo, analizar las cuentas de la familia para ver de qué manera enfrentarán los gastos para que su hija o hijo tenga su fiesta soñada. Esto sin contar que además deben prever el costo de la compra de ropa para el resto de los integrantes de la familia que asistan a la celebración estudiantil.
Es una noche, una sola vez en la vida. Pero se lleva unos buenos pesos.