SAN LUIS - Viernes 03 de Mayo de 2024

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"Solo en un contexto de expansión de derechos se puede pelear por algo"

Aseguró que el mejor aliado para el feminismo es un gobierno popular y no de derecha. Afirmó que el movimiento debe definir su rol en la política y pensar en términos estratégicos.

Por Romina Oddone
| 11 de abril de 2019
Feminismo político: Mengolini instó a las jóvenes a ser responsables y pensar en términos estratégicos en las próximas elecciones. Foto: Marianela Sánchez.

Periodista, abogada y feminista, Julia Mengolini pasó por San Luis para dar dos charlas, una para el ciclo que organiza el Programa Cultura, "EmpoderArte", y otra junto a Gabriela Borelli Azara, donde presentaron el libro de esta última, “Lecturas feministas”, de Ediciones Futurock, organizado por FM Lafinur. En una entrevista con El Diario de la República, la periodistas contó que descubrió el feminismo cuando tenía 23 años y era asesora del legislador kirchnerista Juan Cabandié. Él le pidió que trabajara en el proyecto de aborto no punible para la ciudad de Buenos Aires. Ella no tenía idea qué era, pero lo investigó y junto a dos asesoras más, Lohana Berkins y Perla Prigoshin, con quienes compartió esta tarea para unificar el proyecto, se formó. "Ellas me dijeron: 'Vos sos feminista y no lo sabés'", recordó.  
"Antes ser feminista estaba mal visto, ahora si estás interesada en la vida política, es un sentido común. Si sos más o menos despierta y con criterio es casi inevitable serlo", sentenció.

 

—¿Cómo es el feminismo de esta época?
—Este momento está definido por un feminismo joven, más masivo y protagonizado por chicas, eso evidencian los pañuelos verdes en las mochilas. Por lo mismo, me parece que, aunque suene un poco antipático, es un poco más inmaduro, atolondrado, que se quiere llevar el mundo por delante, que se saltea un poco el pensamiento estratégico. Es un feminismo adolescente, tiene todo lo bueno de eso porque está cargado de potencia y ánimo de querer cambiar el mundo, pero le falta un poco de maduración, sentarse en elecciones y pensar en términos estratégicos, ver cuáles son nuestras responsabilidades, los mecanismos que tenemos que conquistar para hacer justicia y no llevar por delante cualquier garantía constitucional.

 

—¿Qué rol cumplen las redes sociales en el discurso y en la lucha de género?
—Muchas veces las redes sociales anulan el pensamiento, reducen la discusión, la achican o plantean en términos más frívolos. Ahí hay una dualidad, por un lado es una herramienta que sirve para un montón de cosas, pero al mismo tiempo puede banalizar y frivolizar un tema, cuando es más trabajoso leerse un libro entero. Hay que evitar la manipulación en las redes, porque están muy intervenidas por métodos sistemáticos de instalación de algunas ideas y hay que estar muy atento con eso. Prefiero que haya distintas posiciones, antes que un pensamiento dogmático sobre el feminismo y sus ramas, porque es dinámico atraviesa diferentes épocas y sus problemáticas.

 

—¿Por qué creés que el feminismo se masificó en un contexto de gobierno de derecha?
—No sé por qué se dio y si tiene relación directa, porque también sucedió lo mismo a nivel global. Hay un encuentro evidentemente que tiene que ver con un contexto de claro retroceso de los derechos, de conservadurismo político y cultural, de crisis económica y de un movimiento que viene con todo el impulso para cambiar las cosas. Este movimiento tiene que entender que para seguir conquistando derechos en un contexto de derecha no lo va a poder hacer y que el mejor aliado del feminismo es un gobierno popular. Si el feminismo no entiende esto va a seguir "paveando", pero sobre todo hoy en Argentina, en un año de elecciones, tiene que entender cuál es su rol estratégico. Porque podés discutir la ley del aborto, pero en un contexto de derecha no pudiste ganar esa discusión y menos vas a acceder a algo si encima desarman el Ministerio de Salud junto a otros más. Si mirás en términos históricos, el feminismo pudo avanzar siempre en épocas más progresistas, aunque no fueran aliados evidentes y explícitos. Quiero decir que en un contexto de expansión de derechos sí se puede pelear por algo. Tenemos una responsabilidad en la contienda electoral y eso implica dejar de lado un pensamiento dogmático. Creo que no se pueden hacer todas las lecturas políticas solamente en clave de género, hay que hacerlas también con otras claves, porque si no te vas a quedar en una lectura dogmática y tal vez pavota y terminés perdiendo.

 

—Este año se volvería a presentar en el Congreso de la Nación el proyecto para la legalización del aborto, ¿qué proyección te merece?
—Me parece que volver a plantear el mismo proyecto con la misma composición en las cámaras estratégicamente no le veo mucho sentido. Son los mismos diputados y senadores con lo cual ¿Por qué vas a esperar un resultado distinto? Creo que no hay que bajar los brazos, pero si ir por otro lado. Hay muchas formas de militar el aborto en un plano mucho más social y cercano, agrupaciones que te pueden ayudar a conseguir el Misoprostol. Hay ámbitos para militar y facilitar el acceso al lo que entendemos es un derecho. Esto no cambia de fondo la cosas, los sectores que votaron en contra están dentro de la movida del nuevo Código Penal que plantea, respecto a la materia del aborto un retroceso, entonces hoy me parece que hay que poner el foco en que no pase eso, no solo en la conquista de los que entendemos es un derecho, sino en que no se retroceda.

 

—¿Por qué creés que a pesar de la extrema crisis económica aún no se produjo un levantamiento social?
—Todavía hay un colchón que es parte de la "pesada herencia" que permitió que este gobierno se endeudara como lo hace y permite que las familias sigan bancando. Ese colchón es lo que está retrasando un estallido social, si es que lo llega a haber en algún momento. No creo que estemos en la misma situación del 2001, ahí se confiscaron los ahorros de la clase media argentina, eso todavía no pasó y no va a pasar, estamos lejos, aunque la crisis social es tremenda y además se está destruyendo el entramado industrial argentino y eso va a ser muy difícil de revertir. Sí creo que este año hay elecciones y ojalá que no haya que llegar a un estallido social y que en las elecciones podamos decirle chau al gobierno de derecha y se pueda empezar a reconstruir el país desde octubre de este año para adelante.

 

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