La Feria de Productores festejó su cumpleaños con récord de asistencia

La Feria de Pequeños y Medianos Productores sigue batiendo récords. A un año de su primera edición superó los 400 stands y en esta ocasión hay que sumar unos 200 de artesanos invitados. La gente respondió a pleno y llenó el predio del Parque de las Naciones, tal como lo hizo cada vez que hubo una feria en la capital puntana.

El encuentro comenzó a las 11 y finalizó mucho más allá de las 18. Ya no son muchos los que solo pasean y preguntan. Ahora la mayoría compró y en cantidad para aprovechar los buenos precios y la calidad de la mercadería.

Para muchos productores esta feria fue su primera vez dentro del encuentro. Muchos vencieron los miedos de la presentación en sociedad y otros debutaron ahora porque recién consiguen volumen de producción suficiente para no desentonar.

Igualmente la mercadería fue poca porque en todos los casos se quedaron sin nada para vender a dos horas del cierre. Todos se quedaron conformes con la experiencia y saben que la próxima vez, sea en San Luis, Villa Mercedes o Merlo, deberán traer más.

"Todo comenzó cuando nos dimos cuenta de que había una gran cantidad de pequeños productores en San Luis que tenían un problema común. La comercialización. Faltaba el contacto entre el productor y el consumidor, por eso nació esta feria. Y un año después podemos decir que el objetivo se cumplió ", reflexionó el ministro de Producción Sergio Freixes.

 "Empezamos con 80 puestos, para ver qué pasaba, no sabíamos qué reacción iba a tener la gente. Hoy pasamos los 400, fue un éxito total", agregó  el funcionario.

Hay puesteros que no se perdieron una feria, como Alejandro Fragapane, un productor de fiambres de El Trapiche; o los jóvenes cerveceros de Río Gómez, quienes en esta oportunidad diversificaron su apuesta, ya que también trajeron la primera gaseosa artesanal de la provincia, "porque los chicos también merecen tomar algo", afirmaron.

La feria también le abrió chances de ventas a los vendedores ambulantes que aprovechan la buena concurrencia para ofrecer facturas, alfajores y todo tipo de panificados. Para ellos, lo bueno empieza a la hora del mate. Las familias se juntan en rondas para merendar y comprar sus productos.