20°SAN LUIS - Sabado 20 de Abril de 2024

20°SAN LUIS - Sabado 20 de Abril de 2024

EN VIVO

“Me emocionan las personas que se muestran vulnerables”

Se fue del canal de deportes más exitoso del país en su mejor momento para armar una nueva vida que incluyó documentales deportivos, radio todos los días, astrología y coaching personal. Una periodista que expone sus sentimientos.

Por Miguel Garro
| 19 de agosto de 2019
Dejó todo y armó una nueva vida con documentales deportivos, radio, astrología y coaching. Fotos: Alejandro Lorda.

Hace poco más de dos años, Milagros Lay González estuvo en la fiesta de lanzamiento de la revista “Cooltura”. Estaba en San Luis para la transmisión de un maratón en La Pedrera en una de las tantas coberturas que hace de shows deportivos en el interior del país y fue invitada especialmente. Fue un escalón más de sus muchos vínculos con la provincia.

 

La periodista deportiva recordó en una charla con esta revista sus vacaciones en la base aérea de Villa Reynolds, donde su tío y padrino, Ernesto Dubourg, estaba destinado. “Tengo una relación de mucho amor con San Luis, que está muy relacionada a mi historia de vida. Fui durante muchos veranos y me acuerdo de la pileta que había en la Base Aérea y de todo lo que eso aportó para que tuviera una niñez muy feliz”, dijo la comunicadora, quien mantiene relación con su tía, Josefina Dh’Iriart, radicada en Villa Mercedes.

 

Muchos años después de esa infancia con veranos sanluiseños, Milagros se convirtió en la cara femenina del periodismo deportivo. Trabajó en TyC Sports, se fue de un día para el otro, pasó por otros canales, estudió Astrología, hizo cine y en la actualidad conduce “Gol inclusive” en la primera mañana de radio Club Octubre –que en San Luis se puede escuchar por internet–, una emisora deportiva con figuras como Martín Souto, Gonzalo Bonadeo y otros.

 

 

―¿Cómo recibe la gente un programa de mujeres en una radio deportiva en horario central?

 

―Me lo propuso Gonzalo Bonadeo con esa idea justamente. Somos un equipo que habla de deportes, que incluye el fútbol, pero también hablamos de sexología, psicología, running. Y tenemos especialistas como Jennifer Dalhgren, la tiradora de martillo; Agustina Di Giovanni, la nadadora; y Martín Vasallo, el único varón, que habla de tenis. Es un programa hecho por mujeres para todos.

 

―El contexto colabora. Las mujeres ganan cada vez más espacio en todos los ámbitos.

 

―Se juntan varias cosas, pero el contexto es primordial. Yo, de todos modos, no entiendo que con la cantidad de chicas que hacen deportes, federadas o no, en clubes o de manera amateur, las marcas aún no hagan cosas para capitalizarlo, para aprovecharlo. Era obvio que iba a suceder.

 

 

―¿Cómo es la situación en los medios de comunicación?

 

―Les falta tiempo, como a todo. Ahora está todo dado para que a las mujeres nos escuchen, pero siempre hablamos, siempre estuvimos. Pateamos tableros y nos hicimos espacio, pero hay lugares más propicios que otros para desarrollarse. Los periodistas deportivos pueden salir en pantalla viejos, gordos, pelados, con la ropa que quieran. ¿Qué mujer se ve así? El modelo de periodista deportiva es joven, con una vestimenta y una estética determinada. Aunque eso está cambiando.

 

 

A la distancia. "Tengo una relación de mucho amor con San Luis".

 

 

―¿Cuando empezaste era más difícil?

 

―Yo fui la primera especialista en diversos deportes: cubrí tenis y hockey en una época en la que estaban Greta Rodríguez, Viviana Semienchuk, Anita Martínez, pero en estudios. No tuve un camino sufrido, la pasé muy bien y aprendí lo que se debía hacer y lo que no se debía hacer.

 

 

―¿Por qué te fuiste de TyC Sports?

 

―Llevaba 15 años trabajando y creí que había hecho todo lo que tenía que hacer. Cubrí seis juegos olímpicos, era conocida, no había ninguna razón por la cual irme. Pero entré en una crisis personal en la que no quería tener miedo. No quería ser más “la chica de TyC Sports”. Yo soy Milagros, que no sé bien quién es, pero no soy “la chica de TyC Sports”, pese a que muchos todavía me lo siguen diciendo.

 

 

―¿Te fuiste bien?

 

―Con la empresa sí. Fue un acto de rebeldía no contra ellos, sino contra mí. Me pidieron que no me fuera, pero me fui rebelando contra lo armado.

 

 

―¿El miedo era a quedarte sin trabajo?

 

―No solamente. Tenía una productora con la que hice algunas cosas en San Luis y en Buenos Aires trabajábamos con documentales para el canal Encuentro. Me dediqué a producir, en paralelo cubrí los Juegos Panamericanos para Fox, el Mundial de Hockey para la Televisión Pública y hasta hice la película de Luciana Aymar.

 

 

―¿Sos amiga de ella?

 

―Empezamos casi juntas. Ella a jugar en Las Leonas y yo a trabajar en la tele. Le seguí toda la carrera y el final fue hacer la película que estrenamos en abril de 2016 y ahora está en Netflix. Lo curioso fue que después de hacer la película, dejé la productora.

 

 

―¿Otra autorrebelión? ¿Te sentías estancada?

 

―Creo que esas decisiones tienen que ver con no creerme el miedo. Nunca me siento estancada cuando me voy de un lado porque estoy convencida de que puedo hacer la reinvención en el mismo lugar. En general lo que me da miedo es probarme a mí misma. Dejar la productora fue distinto a dejar TyC Sports porque no tenía otro trabajo. Afortunadamente ahora soy freelance y laburo no me falta.

 

 

―No es muy común que alguien se mueva de la zona de confort.

 

―Me transformé en una revolucionaria de mí misma. Tengo miedos pero también tengo seguridades. Me puse a estudiar coaching, me transformé en alguien que encuentra cosas de uno mismo. El programa de radio tiene que ver con eso: encontrar el lado humano de todo.

 

 

―¿En eso te ayudó la Astrología?

 

―Empecé el camino de la energía, de lo que somos, para responder las preguntas que me hice siempre: ¿qué estamos haciendo acá? ¿por qué llegamos a este punto?

 

 

―¿Te las respondiste?

 

―Estoy en eso. No es tan fácil. La pregunta más importante es ¿quiénes somos?, ¿quién soy? Eso abrió todo mi camino hacia la energía. Estudié Astrología para eso; no para hacer cartas natales ni para trabajar, pero quería mostrar otras partes de mí y me puse a hacer cartas natales (risas). Es como hacer servicio para los demás, para los que piensan que somos el cuerpo y nada más.

 

 

―Hay un relato tuyo, cuando Las Leonas ganaron su primer Mundial, en 2002, en el que se te nota muy emocionada. ¿Te pasó seguido?

 

―Me pasó un montón de veces, pero ese es particular. Era mi cumpleaños y me alegré por todo lo que estaba pasando el deporte que jugué, que relaté cuando nadie lo relataba, que comenté cuando nadie lo comentaba; pero no era por mí la alegría, era por las chicas que consagraban un esfuerzo de años. Cuando enseño periodismo digo que la objetividad no existe, que se puede ser objetivo, pero en la previa siempre se quiere que gane Argentina. De todos modos, ese deseo no creo que influya en los comentarios que se hagan. Depende de cada profesional.

 

 

Milagros. La cara femenina del periodismo deportivo.

 

 

―¿Te imaginás a los periodistas de fútbol diciendo de qué equipo son hinchas?

 

―A mí me insultaban cuando cubría hockey. Un día, en una final de campeonato metropolitano entre San Fernando y Quilmes no me pude bajar del mangullo porque la gente me puteaba. Y yo había jugado en CASI, nada que ver. La gente no lo entiende. Entiendo a los relatores que no dicen de qué equipo son, pero creo que quedó viejo. Y creo que emocionarse con lo que estás relatando es otra cosa. Yo me emociono en la radio cuando las personas se muestran vulnerables. Hay que ser muy valiente para hacerlo.

 

 

―¿Que otra cobertura te quedó en la memoria?

 

―Atenas 2004. Estuve en la cancha el día de la medalla de oro de básquet y fue impresionante. Ver personas cumpliendo sus objetivos, en el deporte y en la vida, es algo que me llena el alma. También es conmocionante ver que las personas son mejores de lo que podían ser, como pasó con ese equipo. Beijing 2008 también me marcó: fue un Juego Olímpico excelente, pese a que a Las Leonas no les fue tan bien como se creía.

 

 

El tenis también te dio alegrías.

 

―Estuve en la final de la Copa Davis ganada en Zagreb y fue muy emocionante. También estuve en la final perdida en Mar del Plata y fue decepcionante. Tremendo. Estaba todo para ganar y no pudo ser.

 

 

―¿Los jugadores estaban tan peleados como se dice?

 

―Sí, aunque no diría que estaban peleados, sino que jugaron en contra de ellos mismos. No había diálogo, no se comunicaban. El tenista es especial y el capitán de entonces, Luli Mancini, tenía buena relación con algunos miembros del equipo y cuando quiso acoplarlo con los otros, no pudo, se le fue de la mano. Hoy ves a esos tenistas y seguro que si pudieran, pedirían revertir esa situación. ¿Para qué les sirvió estar peleados? De hecho, hoy todos están unidos en la dirigencia de la Asociación Argentina de Tenis. El triunfo en Zagreb enseñó que cuando se dejan afuera los rencores por tres días, los resultados se consiguen.

 

 

―El fútbol femenino tuvo una ronda muy difícil en el Mundial y pese a que no pasó la primera ronda tuvo una participación digna ¿Cuán importante es el resultado para un deporte en desarrollo?

 

―Eso es exactamente lo que estoy tratando de hacer hincapié en la radio. Yo pongo como ejemplo a Las Leonas, que empezaron con nada, salían séptimas en los Mundiales, pero se hizo un trabajo a largo plazo y los triunfos llegaron. Coincidió que había una dirigencia seria, no como ahora, que el equipo fue campeón olímpico y ni siquiera le hicieron un partido homenaje.

 

 

―¿A la AFA le interesa en serio el desarrollo del fútbol femenino?

 

―Es probable que haya hecho todo esto por el contexto actual, con “Chiqui” Tapia todo es posible. Pero si es así, en algún lado seguirán las chicas jugando porque tienen una potencia tremenda. De todos modos, ya hubo algunos pasos adelante, como que la marca que hace la ropa de la Selección confeccionara equipos para mujeres. Antes, las chicas jugaban con pantalones de varón, grandes, holgados.

 

 

―La realidad es muy distinta en otros países.

 

―En las grandes potencias las chicas viven del fútbol. Acá falta mucho pero hay que preparar un equipo que compita en serio, que haga giras con los equipos fuertes. Por eso no entiendo cómo los sponsors no se involucran todavía. No es una cuestión solo de los dirigentes, también de los medios.

 

 

Dejó TyC Sports. Estudió Astrología, hizo cine y en la actualidad conduce “Gol inclusive” por radio.

 

 

―¿Crees que hay diferencia entre un deporte jugado por mujeres a uno jugado por varones?

 

―Si nos ponemos a comparar es en vano. No hay comparación posible, se disfruta de otra cosa. ¿Cuál es el problema que las tenistas jueguen a tres sets y los tenistas a cinco? Los deportes femeninos tienen otra pausa, otra sutileza, otra forma de jugar, son otra cosa. No son peores ni mejores.

 

 

―Hay todo un discurso que indica que hay deportes exclusivamente masculinos, como el fútbol y el boxeo; y otros exclusivamente femeninos, como el hockey y el vóley. ¿Qué opinás de eso?

 

―No hay nada en el universo que diga “esto sí y esto no”. El universo es inclusivo, no excluye a nadie, nosotros nos encargamos de excluir. Todos pueden jugar a todo, ¿por qué nos reducimos? Nosotros pensamos que “si soy esto no soy otra cosa” y no es así. Si soy esto puedo ser otra cosa también. Estoy convencida que lo que cada uno cree que es, es lo que va a creer para su vida.

 

―Pareciera que el camino no es fácil.

 

―Pero la humanidad está empezando a salir de ese paradigma, de creer que se es una cosa o la otra ¿Por qué vivir en la carencia? Hoy la física cuántica dice que el observador modifica el afuera. Cada uno es dueño de modificar su vida.

 

 

LA MEJOR OPCIÓN PARA VER NUESTROS CONTENIDOS
Suscribite a El Diario de la República y tendrás acceso primero y mejor para leer online el PDF de cada edición papel del diario, a nuestros suplementos y a los clasificados web sin moverte de tu casa

Suscribite a El Diario y tendrás acceso a la versión digital de todos nuestros productos y contenido exclusivo