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Voto femenino: a 72 años del logro de un derecho fundamental

Juan Domingo Perón promulgó el 23 de septiembre de 1947 la Ley 13.010. La implementación llegó en 1951, cuando más de 3,8 millones de mujeres emitieron su sufragio. En San Luis, se sumaron 42.383 nuevas electoras.

Por Bruno Lago
| 29 de septiembre de 2019
Emoción. Las mujeres contaron por primera vez sus propios votos en 1951. Foto: Archivo Histórico.

Esa tarde del 9 de septiembre de 1947 los alrededores del Congreso de la Nación se llenaron de mujeres que reclamaban por la aprobación de la ley que consagraba su derecho a votar. Adentro del recinto unos y otros esgrimían sus argumentos a favor y en contra, hasta que en un momento se interrumpió el debate por la presencia de María Eva Duarte de Perón en uno de los palcos que no pasó desapercibida para nadie. Unas horas más tarde llegó el momento de la votación y 103 legisladores (“de forma unánime”, publicó el diario local La Opinión del 10 de septiembre de 1947) dieron su aprobación a la norma que el 23 de septiembre fue promulgada como Ley 13.010 por el presidente Juan Domingo Perón y estableció el “Día Nacional de los Derechos Políticos de la Mujer”.

 

A partir de esa fecha las argentinas quedaron habilitadas para elegir y ser elegidas a todos los cargos políticos nacionales. Además, desde el 11 de noviembre de 1951, cuando se realizó la elección donde votaron las mujeres por primera vez se confirmó el sufragio universal y directo; porque en todas las elecciones anteriores se elegían “cuerpos de electores” que luego definían a los candidatos que ocupaban los cargos electivos.

 

Por supuesto que el derecho de las mujeres a votar no fue fácil de conseguir. Y para lograrlo, a partir de que el proyecto ingresó en el Senado, una lluvia de telegramas con un sin fin de remitentes llegaron todos los días a los despachos de los legisladores. Eran personas, organizaciones sociales y grupos partidarios que solicitaban la aprobación de la ley del voto femenino. Otros preferían hacerse escuchar, como muchas actrices y actores famosos de la época, que participaron en cortos audiovisuales para fomentar el debate. Y muchas mujeres organizadas empapelaron las ciudades con el lema “la mujer puede y debe votar”.

 

Al llegar el proyecto a la Cámara de Diputados quedó en evidencia que no constituía una prioridad porque la actitud de los jefes de bloque hizo que quedara fuera de la agenda parlamentaria. La situación cambió con la aparición en la escena de Evita quien reclamó su sanción a partir de febrero de 1947. Entre el 27 de enero hasta el 19 de marzo de ese año, pronunció seis discursos por radio exigiendo la aprobación de la ley.

 

A partir de su sanción, el estado nacional se obligó a empadronar a las cuatro millones de mujeres en un lapso de 18 meses y para eso debió crear un nuevo sistema de registro y documentación de la identidad de las personas, para elaborar los nuevos padrones electorales. Hasta ese momento se utilizaba la Libreta de Enrolamiento (LE), un documento de identidad que solo poseían los varones nativos o nacionalizados que había sido creado en 1911 para implementar la "Ley Sáenz Peña", de voto secreto y obligatorio.

 

Un año después de sancionado el voto femenino, el Congreso aprobó la Ley 13.482 (aún vigente) que creó el Registro Nacional de las Personas (ReNaPer) y un documento de identidad especial para las mujeres denominado "Libreta Cívica" (LC). A partir de ese momento quedaron acreditadas con su nueva condición de “ciudadanas”.

 

La primera vez que las mujeres argentinas pudieron ejercer su voto fue en las elecciones generales del 11 de noviembre de 1951, ese domingo 4.225.467 en todo el país estaban habilitadas para acudir a las urnas (48,9% del padrón) de un total de 8.623.646 de empadronados. Efectivamente votaron 3.816.654, el 90,32% de las ciudadanas inscriptas. Ese domingo, 23 mujeres se convirtieron en diputadas y 6 en senadoras nacionales (todas por el Partido Peronista).

 

La crónica del diario  La Opinión de esa jornada destacó que “fue un día de agobiante calor” y la novedad fue “la concurrencia femenina que acudió a depositar su voto en horas de la mañana temprano, formándose largas filas en las mesas receptoras”. El detalle no era menor porque ese día se incorporó el doble de electores y las mujeres decidieron ir juntas y temprano a votar para evitar cualquier “inconveniente”. En San Luis el padrón electoral sumó 42.383 nuevas electoras a los 46.274 hombres ya habilitados.

 

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