Por la cantidad de lesiones internas la posibilidad de que Carla sobreviviera era muy baja

Para Claudia Sagripanti, la mamá de la Carla Pereira, fue tan doloroso escuchar a Ricardo Torres dar precisiones sobre las lesiones que su hija sufrió por la golpiza que le propinó su novio, Nahir Nazareno Pérez, que necesitó levantarse en medio de la declaración del médico forense y retirarse de la sala. Se fue llorando. El médico refirió que fue tal la cantidad de severas lesiones internas, que esto generó un problema en la coagulación que resultó irreversible. Dijo que aunque la hubieran internado y transfundido sangre de inmediato, tras la paliza, la posibilidad de que Carla sobreviviera era muy baja. La chance de frenar ese proceso era ínfima, por la magnitud del daño, consideró. 

Ayer, la sala estaba llena: a mano derecha del tribunal, la familia y allegados de la víctima. A la izquierda, los del femicida. La gran asistencia obedeció al hecho de que estaba abierta la posibilidad de que ayer concluyera el juicio. Pero el presidente de la Cámara del Crimen 2, Hugo Saá Petrino, informó, tras clausurar la etapa probatoria, que los alegatos y el veredicto serán el jueves 12. 

Además de los innumerables golpes, el médico forense detectó hematomas y lesiones sangrantes en la zona íntima, compatibles con acceso carnal sin consentimiento. La lectura de ese pasaje del informe también generó el llanto de los parientes de Carla e insultos a Pérez, por lo bajo. 

Torres explicó que tuvo dos intervenciones en el caso. La primera fue cuando la joven aun estaba internada en la terapia intensiva del Hospital San Luis, en coma y con respirador. La segunda, cuando hizo la autopsia. 

Carla tenía traumatismos, contusiones, hemorragias y hematomas por doquier. En el tórax, el rostro, en brazos, muslos y glúteos. Tenía fracturado el tabique nasal. Un traumatismo cráneo-encefálico fue la causa de muerte. Algunos de los moretones “tenían más de 15 días de evolución”, indicó, lo que da la pauta de que Carla fue golpeada antes de la última paliza. 

Pero eran especialmente preocupantes las lesiones internas, aquellas que, al momento del primer diagnóstico, no se pudieron detectar. Por caso, el traumatismo que tenía en el cráneo, el del hueso peñasco, “es más visible en una tomografía computada”, estudio  que a Carla no le practicaron al inicio. Sí le hicieron una placa. “Pero para que se vea la rotura del peñasco en una placa tiene que ser con un intensificador de imagen, ya que son partes muy internas del cráneo”, refirió. Además, ciertas lesiones se pueden advertir al evolucionar, dijo el médico.

Con el paso de las horas, la paciente tuvo una pancitopenia, un problema en la coagulación que no lograron revertir. A Carla le hacían transfusiones de sangre, "pero los glóbulos caían de forma abrupta", dijo. “No era una enfermedad precedente. La generó los traumatismos”, acotó. 

Torres contó que para poder detectar qué la causaba solicitaron la colaboración de especialistas de Toxicología de la Universidad Nacional de San Luis y de una toxicóloga y una hematóloga que vinieron de Córdoba  y Villa Mercedes, respectivamente. Descartaron que el origen fuera toxicológico, dijo. Fue recién en la autopsia cuando establecieron que ese cuadro de múltiples lesiones internas sangrantes, que no se concentraban en un lugar si no que estaban distribuidas en todo el cuerpo, había generado el trastorno. 

Excepto el traumatismo de cráneo –que, según la presunción del médico forense, pudo ser producto de una caída o una contra caída– el resto de las lesiones que la víctima presentaba pudieron ser producidas por un ser humano, respondió el forense ante una pregunta del fiscal de Cámara 2, Fernando Rodríguez. “No se las pudo haber producido ella misma”, aseguró.

La llevó a un basural y le tiró dos pitbull 

El miércoles dieron testimonio dos amigas de la víctima. Una de ellas, María del Valle Farías, que vio a Carla tras la golpiza. Ella misma le contó por qué y cómo fue la agresión. Farías refirió que Carla le dijo que Pérez se molestó cuando se enteró que ella había llamado desde el celular de su padre a su ex, Emanuel Garro, y que cuando éste se fue de su casa, la noche del 25 de junio de 2017, Pérez la golpeó contra un sillón y luego la arrastró a la habitación, la tiró en la cama, se subió encima de ella, la inmovilizó y le dio puñetazos en la cabeza y el cuerpo. 

Carla le dijo que intentó protegerse cubriéndose la cabeza con los brazos y que en un momento le pidió un trapo para limpiarse y Pérez le respondió “‘ya está’, como que la iba a matar”. Pero Carla pudo sacar el pasador de la puerta, gritó y una pareja de vecinos la socorrió.  Según Carla "su ángel" (un bebé que tuvo años atrás, que murió a los pocos días de nacer), le dio fuerza para salir. 

Farías supo de otros episodios de violencia anteriores. La propia Carla le comentó que, tras una pelea, Pérez la hizo subir a una camioneta, la llevó al basural del pueblo y le largó dos pitbull que tenía. “Se le había hecho un derrame en el ojo a Carla, por los nervios. Ella me dio a entender que él la quiso matar”, refirió. Pero, tras ese hecho, Carla perdonó a Pérez y volvió con él.