Tiene esclerosis múltiple y hace cinco años corre maratones
Marcelo Scrimaglia apostó al atletismo como una forma de superación. Toma medicación de por vida, pero asegura que la enfermedad está “dormida” gracias al deporte.
Marcelo Scrimaglia tiene 51 años y a los 31 empezó a sentir los síntomas de lo que mucho tiempo después le confirmarían: padece esclerosis múltiple. Desde el 2015 comenzó a entrenar a diario para desafiarse a sí mismo y correr maratones. De esa forma, asegura, logró que la enfermedad no avance.
Al primer brote lo tuvo cuando cursaba para obtener una beca para aprender fotografía; además, se preparaba para rendir los últimos exámenes y recibirse de diseñador gráfico. Fue tanta la presión que empezó a sentir que sus extremidades se adormecían. Sus movimientos eran cada vez más reducidos y hasta le costaba agarrar un tenedor. Le hicieron algunos estudios pero no arrojaban nada para preocuparse. Con unos remedios recuperó la movilidad de sus manos y piernas.
Pasaron diez años hasta que la enfermedad se hizo sentir otra vez. Marcelo atravesaba por el dolor de la pérdida de su padre y meses después de su tía, quien había formado parte de su crianza. En medio de la angustia, decidió mudarse y alejarse de Villa Mercedes, que tanto le hacía recordar a su familia.
Así llegó a Tucumán, un lugar nuevo y desconocido al que le costó adaptarse. Allí conoció a su actual pareja, que en esos momentos estudiaba medicina. El cambio de ciudad y el duelo por las pérdidas de sus seres queridos hicieron que otra vez tenga entumecidos los brazos y las piernas.
En ese momento comenzó lo que en un principio fue una pesadilla y que hoy considera una bendición. “Me hicieron una tomografía y daba bien, pero luego en una resonancia me la descubrieron. Ahí me dijeron que tengo esclerosis múltiple. Me costó asimilarlo y aprendí mucho, empecé a valorar cosas que antes no valoraba. Y eso fue lo que me ayudó a hacer lo que hoy hago”, sostuvo.
“Me costó asimilarlo, pero empecé a valorar cosas que antes no valoraba. Y eso fue lo que me incentivó a hacer lo que hoy hago”, comentó Marcelo Scrimaglia, atleta y diseñador gráfico.
Un día conoció a un profesional de la salud que le ofreció un tratamiento alternativo con hierbas naturales y un cambio en la alimentación. Creyó que de esa forma se curaría pero tuvo un efecto contrario, la esclerosis avanzó. Durante un año suspendió la medicación recetada para probar con esa opción natural. Marcelo ya no podía caminar, ni moverse por sus propios medios. “Ahí entendí que el único que te puede curar es ‘el de arriba’. No es fácil aceptarlo, he pensado en el suicidio, y hoy la fe me ha ayudado a salir adelante”, contó con lágrimas en los ojos.
Por razones laborales de su compañera de vida, se trasladó a Catamarca. Una tarde, sentado en un parque, observó a un grupo de adolescentes que corría. Con nostalgia miró sus piernas inmóviles y recordó cuando él podía hacerlo. Contempló esa escena varias veces hasta que un día dijo: “Tengo que poder". Entonces, "moví mis piernas, me levanté y no tenía fuerzas. Me concentré y avancé 10 metros y caí. Me volví a enderezar y a intentarlo una y otra vez hasta lograrlo”, recordó con nostalgia.
El hombre de 51 años no se da por vencido. A diario se autoexige para superarse y poder ganarle a la enfermedad. Considera que la evolución depende mucho de su voluntad para no dejarse caer. Desde que empezó a correr, no tuvo recaídas.
La carrera de la vida
De ese episodio a la actualidad pasaron cinco años y más de 250 kilómetros en carrera. A fines de 2019 superó su propia marca en una maratón en Punta del Este, donde corrió la categoría máxima de 21 kilómetros. Marcelo confesó que desde la largada a la llegada el dolor en su cuerpo es constante. De todas maneras, busca no perder la constancia. “Mi objetivo es el sábado competir en el primer triatlón que se hace en Catamarca. Muchas veces me siento un bendecido de Dios por hacer todo lo que hago, la voluntad es mía pero la fuerza es de él. Aunque sé que la enfermedad se puede despertar, soy consciente de todo lo que tengo”, puntualizó.
En el tiempo que lleva en la disciplina logró correr más de 250 kilómetros. En Punta del Este participó de la categoría más alta y superó su propia marca: llegó a hacer 21 kilómetros. El 8 competirá en su primer triatlón, que se llevará a cabo en Catamarca.
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