Voluntarias villamercedinas confeccionan cientos de tapabocas y batines
Por solidaridad, se unieron para ayudar al personal de la salud, trabajadores municipales y la Policía.
Con un fuerte sentido de la solidaridad y para cuidar a la comunidad villamercedina, decenas de voluntarias elaboraron batines y tapabocas que son donados al personal de la salud, trabajadores municipales y la Policía.
Son bastantes las voluntarias que desinteresadamente colaboran cada día, con la esperanza de que la pandemia pase rápido. El personal de la Comuna les acerca los materiales, que provienen de diversas donaciones, y todas ponen la magia de sus manos para cuidar a quienes salen a la calle a cuidar a la comunidad.
“Siempre me gustó ayudar, y como me comentaron que necesitaban una mano, vine”, contó Mariela Curcho, quien de 7 a 13, con paciencia y cariño, en la sastrería del edificio municipal confecciona los artículos que utilizará el personal de diferentes áreas. Mariela aseguró que llega a producir 200 y que a esta altura de su desempeño (hace dos semanas que se involucró en esta tarea) “es probable que haya pasado los 2.000”, y agregó que aprovecha a cortar las tiras en su casa “y me ahorro una hora y media.”.
Olga Gurruchaga, de 69 años, dijo que se sumó porque siempre colabora con Caritas y las parroquias, y en su entusiasmo no fue sola, sino que la acompañó su nuera, Érica Gurmende. “Me comentó la señora Estela Del Bosco, del Grupo 8C del cual soy socia, y me gustó la iniciativa”, explicó Olga, residente de las 650 Viviendas, que realizó 24 batines y con la tela sobrante le alcanzó para 24 barbijos con tiras. “Hechos con amor”, dijo entusiasmada Olga.
Cuando se enteró, Patricia Sosa quiso ser parte de las voluntarias solidarias. Patricia utilizó todos los recursos a su alcance para dar lo mejor en cada puntada. Aprendió de tutoriales y le pidió a su hermana unos batines para tomarle las medidas, ya que ella trabaja en salud.
“Si una puede dar una mano con lo que hace, es un granito de arena que hace mucho”, precisó Sosa, quien confeccionó 20 batas y 100 barbijos que están listos para su uso. “Hay que colaborar con lo que se puede porque son momentos difíciles. Siempre hay alguien que necesita algo más y acá estamos. Hay que buscarle una mirada positiva y entre todos vamos a salir, hay que dejar de lado el egoísmo”, reflexionó.
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