Buena Esperanza, sede de una jura fenotípica
Participaron 73 toros de cabañas que pertenecen a la entidad AnGus Centro. Fue el primero de tres encuentros.
A pesar de las restricciones de circulación por la pandemia, la estancia Huelucan, propiedad de Gastón González, realizó el viernes de la semana pasada, por segundo año consecutivo, la primera jura fenotípica de la 18ª Prueba Pastoril Test del Río Quinto, organizada por AnGus Centro.
El panorama fue muy distinto al habitual en el campo ubicado a la vera de la autopista 55, en Buena Esperanza. Debido al cierre de fronteras que dispuso San Luis, la prueba debió realizarse a puertas cerradas. “La única persona habilitada fue el doctor Ricardo Zavatieri, que ofició de jurado, y un productor de imágenes de Villa Mercedes, ya que ni la prensa que siempre nos cubre consiguió permiso para ingresar”, le comentó la entidad organizadora ante una consulta del sitio web El ABC Rural.
"Queremos agradecer a todos los sponsors que nos siguen apoyando en tan difícil contexto y a la prensa por la difusión de la prueba, que con mucho esfuerzo y pasión realizamos”, expresó AnGus Centro en un comunicado distribuido a la prensa.
Fabián Otero, presidente del Grupo AnGus Centro y director de la Asociación Argentina de AnGus, radicado en Río Cuarto, explicó que durante la jura solo estuvieron el encargado del campo, el jurado y un camarógrafo, todos radicados en San Luis.
“Ni siquiera pudieron conseguir un permiso para ir a San Luis los periodistas de medios cordobeses que siempre nos acompañan. Tampoco pudo hacerlo el jurado designado originalmente, el doctor Matías Blanco, de La Pampa. Por eso se debió recurrir a Zavatieri que, como vive en Villa Mercedes, puede circular”, explicó el directivo.
Buen desarrollo de los toros
Otero reseñó que fueron 73 los toros que ingresaron al establecimiento de Buena Esperanza para participar de la prueba, todos provenientes de cabañas que participan de la prueba AnGus Centro. Algunas son de Santa Fe y San Luis, pero la mayoría llegó desde Córdoba.
“Sabemos que los toros se encuentran en un estado muy bueno”, dijo Otero, quien agregó que “ya el año pasado estuvimos en Huelucan, que cuenta con una muy buena pastura. Los toros todavía están en las alfalfas, con una muy buena oferta forrajera y expresando todo su potencial. Han aumentado en estos cuatro meses que llevan de prueba -desde diciembre- un promedio de 900 gramos diarios”.
“Estamos muy contentos con su desarrollo, pero esta es una prueba larga, que recién va a culminar en octubre. Esta fue la primera de tres juras que se realizan en distintas épocas del año y con distintos jurados”, cerró Otero.
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