Viola asumía interinamente la Gobernación puntana

El jefe de la Base de Villa Reynolds, brigadier Enrique Pedro Viola, asumía la Gobernación interina de la provincia de San Luis el 22 de julio de 1970, en reemplazo del coronel (RE) Matías Laborda Ibarra, cuya renuncia fue aceptada unos días antes por el gobierno de facto que comandaba el país.

El nuevo mandatario estaría unos días en el poder hasta que se hiciera cargo José Ignacio García Flores, hecho que no sucedió. Gobernó hasta el 6 de agosto cuando fue relevado por Juan Gregorio Vivas, designado por la junta militar, quien estuvo al frente de la provincia hasta mayo de 1972.

Viola continuó con el modelo de gobierno de su antecesor, pero desconocía las verdaderas necesidades de San Luis, ya que no era de la provincia hasta que fue elegido jefe de la Base de Villa Reynolds, en Villa Mercedes, un tiempo antes.

El Diario de San Luis en sus páginas reflejó que durante su asunción se encontraban Laborada Ibarra, ministros y subsecretarios de su gabinete; altos funcionarios provinciales, magistrados judiciales, autoridades militares, representantes del Obispado de San Luis y empleados de la administración pública.

No asistieron miembros de la Federación Económica, ni de la CGT, quienes, según trascendió, habrían mantenido una reunión con el brigadier Viola momentos antes de su asunción para expresarle que la ausencia al acto se debía al desacuerdo con algunas expresiones vertidas por el mandatario saliente en un reportaje exclusivo publicado por El Diario.

Eran las 19:05 del 22 de julio cuando se leía el acta que formalizaba la entrega del mando, que fue firmada por las autoridades y de inmediato Viola pronunció un breve discurso, en el que explicaba que por su alto grado militar recibía directivas de su mando de asumir interinamente el cargo de gobernador de San Luis, graficaba el medio. "Al hacerme cargo del Gobierno de la provincia de San Luis, recalco lo que menciona el decreto respectivo, que lo hago en forma interina hasta que el señor Presidente de la Nación, designe al hombre que ha de gobernar esta provincia", transcribía El Diario.

Más adelante, volvió a insistir que su gestión sería transitoria y se destacaría como su sello característico. "Quiero decir con ello que no se han de tomar medidas que de alguna manera comprometan la acción del futuro gobernador", manifestaba.

"Pero esta provincia, al igual que toda otra institución, debe seguir funcionando pese al cambio de hombres que la rigen. Esta es la razón por la que apelo a la hombría y patriotismo de los señores ministros, intendentes y demás funcionarios actuales, para que permanezcan en sus puestos cumpliendo sus funciones, hasta que sea designado el nuevo gobernador", resaltaba el periódico.

Tras su alocución, Viola se reunió con los periodistas de distintos medios, mientras que Laborda Ibarra fue despedido de la Casa de Gobierno por quienes fueron sus colaboradores y otras personalidades.