Abogada denunciada por agresión dice que ella fue a quien atacaron
La denunciante afirma que la letrada miente porque nunca le levantó la mano ni a ella, ni a su marido.
El mismo día que Mónica Guerrero asentó en la Comisaría 8ª que su exabogada, Elia Schiro, y el marido, Alexis Morales, la atacaron a golpes a ella y a su hija de 13 años en su estudio jurídico del centro de Villa Mercedes, la letrada denunció a su exclienta por el mismo delito: lesiones. Schiro asegura que no fue ella ni su esposo quienes increparon a la mujer, sino que fue precisamente todo lo contrario. "Ella vino exacerbada, violenta, diciéndome que no podía cobrar un juicio por mi culpa y, a partir de ahí, se generó una situación de violencia que jamás me imaginé", expresó.
La abogada contó que Guerrero la contrató en julio de 2020 para iniciar un juicio laboral a una ART y a su empleador por un accidente o una enfermedad que sufría. Los procesos laborales llevan tiempo, pero pese a que la actividad en Tribunales estuvo restringida por la pandemia, tanto los plazos judiciales como los de su trabajo fueron los correctos, dijo.
"Concluimos la primera parte, pasamos a la segunda, que es un estado de prueba y ya estábamos en la etapa de cláusula para que saliera la sentencia (...) Se hicieron algunas ofertas para llegar a una conciliación que fueron rechazadas por Guerrero, porque las consideraba insuficientes", relató.
Aun así, la abogada continuó trabajando en ese expediente. "Pero de un día para el otro veo que ella me revoca el poder y le da participación a otros letrados", contó. Según Schiro, su exclienta nunca le comunicó esa decisión ni siquiera por teléfono.
Pero la denunciante la desmintió. "Yo le dije que le iba a revocar el poder porque no le tenía confianza. Me había mentido varias veces y le perdí la confianza. Me había dicho que el juicio tardaría como siete años y con el doctor que tengo ahora lo hice en dos semanas nomás", afirmó.
"Ella tiene derecho a irse a otro estudio jurídico si le parece que uno no ha trabajado bien. Yo considero que he trabajado de manera correcta", manifestó Schiro.
No obstante el martes, pasadas las 17, Guerrero se presentó en el estudio que la abogada tiene en Pedernera 118. Si bien fue con su hija de 13 años, a la letrada no le consta que haya sido así. "Vino con otra mujer... Después con el tapabocas y todo lo demás no sé si tiene 13 o cinco años", comentó.
"Yo la atendí de manera cordial porque había sido mi clienta y quería escucharla", aseveró. Según Schiro, la mujer había ido, por recomendación de su nuevo representante, a exigirle que le firmara un documento, porque a causa suya no podía cobrar su juicio. "Le expliqué que no podía firmarle nada, ni tomar intervención, porque ella me había revocado el poder y que, por lo tanto, yo ya no formo parte de ese expediente porque ya no soy su abogada", señaló. A partir de ese momento, todo se salió de control.
"Vino a amedrentarme. Ya venía con intenciones de causar daños... Empezó a los golpes con el casco ", narró. Le pegó a su marido con el casco y a ella, además, la tiró de los cabellos, afirmó.
Respecto a si tiene marcas para dar fe de esas agresiones, aclaró que "más que unos mechones menos" no tiene, pero aclaró que su esposo sí tiene lesiones.
Guerrero, en cambio, aseguró que miente descaradamente. "Yo nunca le pegué ni una cachetada, no le levanté la mano y al hombre menos porque me agarró de sorpresa, me tomó de los pelos y me dio trompadas a mí y a mi hija", contó. Sus heridas fueron constatadas por el médico policial, Sergio Pessot.
"Me tomaron de los pelos. El hombre me dio golpes en la cara. La tengo marcada. Desfigurada. Después ella me aprisionó con la puerta. Tengo un hematoma en un brazo y en una pierna", narró. La mujer relató que, en ese momento, le vino una desesperación porque, mientras la abogada la acorralaba con la puerta, no podía ayudar a su hija. "El marido de ella había agarrado a mi nena de los pelos, le dio piñas en la nariz, la frente y varias veces en la cabeza", puntualizó.
Schiro, por su lado, también desmintió que su esposo haya intentado grabar a la denunciante con su celular. "En el estudio no tenemos cámaras y yo no dejo que se filme nada. A lo mejor, en su exacerbación nerviosa, la señora vio algo que no era", argumentó.
Redacción/MGE


Más Noticias