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Buscaba a su familia paterna y la pasión por los bomberos los unió

La presidenta de los Bomberos Voluntarios de Los Molles, Susana Tello, compartió su historia de vida.

Por redacción
| 14 de noviembre de 2021
Coincidencia. Tello trabaja activamente en el servicio a la comunidad desde hace tiempo, igual que su hermano. Foto: gentileza Susana Tello.

La frase popular que reza “la sangre llama a la sangre” se hizo carne en la vida de Susana Tello, actual presidenta de los Bomberos Voluntarios de Los Molles. Hija de madre soltera, buscó incansablemente desde temprana edad diferentes indicios de su familia paterna. Sin saberlo, el destino la mantuvo unida a distintas señales que anunciaban que su sueño se haría realidad: pudo encontrar a su hermano y la pasión por el mundo bomberil fue clave en su historia.

 

“Conocí a mi papá cuando tenía entre 5 y 6 años. Solo recuerdo un pantalón y un delantal azul, porque trabajaba en una funeraria. Me encontró en la casa de un tío que había fallecido y me regaló un caramelo Media Hora; amaba esos caramelos porque era como tenerlo cerca”, expresó con una emoción incontenible.

 

Como en todas las circunstancias familiares difíciles, muchos detalles escapaban a su conocimiento, pero aseguró que siempre tuvo la idea de que tenía a su papá. Para graficar, cuando se enojaba con su mamá, iba a una pista de ciclismo que hay en Laboulaye, Córdoba, de donde ella es oriunda. Sucede que su papá era ciclista. “Era como encontrarme con él en esa pista”, aseguró.

 

En la secundaria conoció a una prima con la que entabló amistad. Sin embargo, no había contacto entre las familias, con lo que no pudo adentrarse en el encuentro que tanto soñaba.

 

 

 

En el campo de batalla. Susana (arriba, segunda desde la izquierda) fue vicepresidenta de la fundación nacional.

 

 

Con el tiempo, Tello se enteró de que su padre había fallecido. “Andaba en bicicleta en la ruta en Zárate, donde vivía, y lo atropelló un camión. Ocurrió hace 13 años. Las cenizas las dejaron en la pista a la que iba a llorar de niña”, recordó.

 

Más allá de la partida física de su papá, no bajó los brazos y siguió en la búsqueda de su familia; tenía la necesidad de encontrar a su hermana. Ya en actividad como bombero, vio en Facebook el contacto de Susana Navazzotti. El apellido llamó su atención porque era el mismo de su papá; envió una solicitud, pero no tuvo respuestas. Las redes sociales fueron una herramienta clave para facilitar las circunstancias.

 

Sin embargo, vio que entre los contactos había un hombre llamado Hugo Navazzotti, pensó que podía ser un primo y le envió la solicitud de amistad. Cuando el hombre aceptó la solicitud, el 7 de junio de este año, inició un diálogo en el que Tello describió su búsqueda. Navazzotti se encontraba en el cuartel de Bomberos, en Ushuaia, donde vive en la actualidad. Le pidió a Tello un momento y le dijo que la llamaría al llegar a su casa.

 

“Yo le conté que mi papá se llamaba Domingo y él me dijo: no, nuestro papá se llamaba Miguel Hugo Navazzotti. Soy tu hermano. Te busqué mucho tiempo, papá me contó de vos”, señaló con la voz cortada.

 

Tello describió que casi se desmaya de la emoción. En ese momento se encontraba en su negocio y mientras atendía al público le brotaban lágrimas. Al principio la gente no entendía lo que ocurría y cuando pudieron adentrarse en la razón del llanto, fundieron un aplauso que sirvió de abrazo simbólico.

 

Escuchar a su hermano con la confirmación de lo que tanto buscaba provocó que todo aquello que no se había podido hablar fuese sanado con el amor de una nueva historia. “Cuando él vio la solicitud, lo que observó fueron mis datos personales, donde describo que fui vicepresidenta de la Fundación de Bomberos de Argentina y la primera mujer bombera en San Luis, de la federación. Eso le llamó la atención, la pasión por los bomberos nos unió”, remarcó.

 

Navazzotti le comentó que su papá no era bombero, pero tenía la misma pasión por el servicio a la comunidad: cuando escuchaba la sirena iba al cuartel, en ocasiones llevaba agua, comida, ayudaba desinteresadamente, de la misma manera en que lo hace un bombero. A todo ello se suma una especie de árbol genealógico bomberil: Tello es bombero, tiene una hija y una nieta que también son bomberas y su hermano comparte la actividad.

 

“La verdad que fue todo muy lindo. Ahora mantenemos constante contacto, me manda fotos de incendios en los que está y yo le mando los incendios míos. Se emociona y siente orgullo por mí, como yo siento orgullo por él, por todo lo que ha hecho, su entrega. Me ha comentado que nunca se animó a preguntar mi nombre, pero sabía que existía, incluso dice que había oído a papá decir que estaba muy triste, que tenía una hija”, destacó.

 

 

Cómo sigue la historia

 

Si bien Tello pudo encontrar a su hermano, aún resta uno de los momentos más emocionantes de cualquier historia de vida: el encuentro físico. La distancia con Ushuaia demoró la posibilidad de verse personalmente, pero aguardan con ansias ese instante. Piensan inmortalizar lo que ocurra en un video que filmará su cuñada y, con el tiempo, volcarán esas experiencias en un libro. 

 

Indicó que lo que más rescata de lo que ha vivido es que nunca imaginó que por medio de los bomberos podría encontrarse con su familia paterna.

 

En su búsqueda también pudo dar con una hermana, pero hasta el momento los hechos no se dieron de la misma manera. Tello mencionó que comprende los tiempos y procesos de los demás.

 

“Mi hermano llegó en un momento muy doloroso para mí y calmó muchos dolores de mi alma. Me costó mucho hablarlo con mi mamá y mis hermanos, algunos se pusieron medios celosos, pero ellos jamás dejarán de ser mis hermanos. Más allá de lo que haya pasado entre mis padres, no son cuestiones que tengan que involucrarnos a los hijos, no tenemos la culpa de los malos entendidos de las personas. Me hubiese encantado hablar con mi papá, él sabía todo de mí”, manifestó.

 

“Si alguien que lee esta nota se encuentra en una situación similar, lo que le puedo decir es que se anime a dar el paso, porque es muy lindo encontrarse con esa otra parte de la que siempre nos preguntamos cómo será, qué se sentirá, si nos querrán o no. No tengo nada que reprochar y todo esto me dejó el regalo más lindo”, concluyó.

 

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