Hugo Lobo presentó su música en San Luis
Entre discos de vinilo, el trompetista transportó a los puntanos a una playa de Jamaica con Bob Marley.
Con la precisión de un cirujano, Hugo Lobo comenzó su show en San Luis a las 23 en punto. Con una computadora moderna repleta de calcomanías a su izquierda y el tocadiscos a su derecha, el músico y trompetista combinaba clásicos en inglés con los sonidos del estilo musical originado en Jamaica en los 60, el reggae.
Cerca de la medianoche del sábado, musicalizado con covers reversionados acordes al género, All Right, el bar ubicado en avenida Illia, empezó a llenarse. Mientras tomaban algo, cenaban entre amigos y charlaban en un bajo murmullo, muchos de los comensales se balanceaban al ritmo de unos jamaiquinos The Beatles con "Let it be" o con "Stand by me", de Ben E. King. Todas las canciones eran intervenidas por el característico ritmo reiterativo y acompasado del reggae y el ska.
Sin embargo, Hugo apenas sí miraba el público, dado que estaba sumergido en su propio mundo verde, amarillo y rojo. Vestido de negro, con una gorra de amplia visera y una tupida barba, apenas era distinguible del fondo oscuro del escenario. Sumado al hecho de que no levantaba la vista de su computadora más que para tomar un trago de vez en cuando, para filmar el bar repleto o aplaudir a un cumpleañero perdido entre las mesas.
A mitad de la noche llegó el infaltable tributo al padre del estilo de vida rastafari, Bob Marley, con una de sus más conocidas canciones: "Red red wine". Luego siguió con temas de rock clásico nacional, como "Dont let me down" y "Have you ever seen the rain".
La música solo era interrumpida brevemente para un intercambio rápido de vinilos que hacía Hugo con la docilidad y agilidad de un mago que hace trucos con varios fajos de cartas. Luego, el trance se reanudaba y la gente volvía a acompañar las canciones con un balanceo constante de un lado al otro en sintonía de la característica y reiterativa batería rítmica, corazón del reggae.
Tras tres horas ininterrumpidas de música, el bonaerense, fundador de Dancing Mood, orquesta que cumplió 20 años, se despidió de su público y se bajó del escenario. Con una sonrisa y gran calma, al igual que el estilo que interpreta, se tomó fotos con algunas personas del bar y dio por terminado su paso por la provincia, que ya espera el regreso de la ola verde, roja y amarilla.
Redacción / NTV


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