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Tras 18 años en coma, murió un chico aplastado en un recital de la Bersuit

En 2003, Pablo Cordero fue alcanzado por una avalancha humana en el Estadio Pacífico de Mendoza. Un juicio comprobó que hubo sobreventa de entradas. 

Por redacción
| 15 de junio de 2021

Un espectador que había sido aplastado por una avalancha humana durante un recital del grupo de rock Bersuit Vergarabat en Mendoza murió tras permanecer 18 años en coma.

En 2003 Pablo Cordero tenía 20 años. Una falla en la instalación de vallados en el Estadio Pacífico de Mendoza provocó un "cuello de botella" y el chico sufrió politraumatismos graves y un paro cardiorrespiratorio, que lo postró y lo dejó en estado de coma.

La banda fue condenada por la Justicia y no pudo tocar en Mendoza. No obstante, Gustavo Cordera, exlíder del grupo, pudo actuar en la provincia en 2016 gracias a un acuerdo extrajudicial.

La muerte de Cordero, ahora con 38 años, ocurrió este lunes en la ciudad San Rafael, de donde era oriundo, informó el sitio Mendozapost.

Por el hecho, la Cámara de Apelaciones en lo Civil condenó al club San Martín, dueño del estadio, a la Municipalidad de Mendoza y a todos los miembros de la banda a abonar 1,8 millón de pesos de indemnización a la familia de Cordero.

En el fallo resolvieron que había habido sobreventa de entradas y que la capacidad del estadio había sido ampliamente superada, con más de 6 mil personas en el interior.

Los camaristas expidieron este fallo 10 años después del accidente.

La Municipalidad afrontó el total del pago de la indemnización a la familia Cordero y posteriormente inició acciones legales contra los miembros de la banda y el club.

En un primer fallo, la Cuarta Cámara de apelaciones en lo Civil señaló la instalación de vallados provocó un "verdadero cuello de botella ". Además, no se proveyó ambulancias ni servicio de emergencia médica, por lo que el joven tuvo que ser llevado al hospital en un móvil policial y no se le pudo practicar medicina de emergencia en el lugar por inexistencia del servicio", sostuvieron los camaristas.

También se consideró que durante el recital "no se proveyeron medidas de aireación ni ventilación mínimas, no se proveyeron salidas adecuadas, no se proveyeron puertas batientes con apertura hacia el exterior; no se respetaron las medidas mínimas de las aberturas de egreso, falencias todas imputables al organizador del evento".

 

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