Condenan a dos hombres por abusar sexualmente de niñas
Uno atacó a su propia nieta y pasará 13 años en prisión. Al otro le impusieron 8 años de cárcel.
Esta semana, dos hombres fueron condenados a prisión por abuso sexual. Son dos casos distintos que llegaron a juicio en la Cámara del Crimen 1 de San Luis. Uno de los abusadores, D.S., tendrá que pasar 13 años en prisión por ultrajar durante años a su propia nieta, mientras que a Rafael Coria le impusieron 8 años de cárcel por violentar sexualmente a una niña que, al momento del ataque, tenía 11 años.
El jueves al mediodía, los jueces que integran la Cámara del Crimen 1, Silvia Aizpeolea (quien presidió el tribunal), José Luis Flores y Jorge Sabaini Zapata, hallaron culpable a D.S., de 76 años, de "Abuso sexual gravemente ultrajante reiterado y agravado por el vínculo". Al momento de los hechos, la víctima, K.S., era menor. El imputado es el abuelo paterno de la chica, por eso El Diario no revela su identidad, para preservarla.
Durante el debate oral, en el que intervino el fiscal de Cámara 1, Maximiliano Bazla Cassina, se supo que los sometimientos comenzaron cuando la chica tenía 12 años y continuaron hasta que ella cumplió los 16. Según el relato de la víctima en la Cámara Gesell, los tocamientos de su abuelo se extendieron en el tiempo. La adolescente remarcó que todo ocurría cuando ella se quedaba sola con él. Esto sucedía cuando iba con el resto de su familia a Villa de la Quebrada, donde su abuelo tenía una casa.
En la penúltima jornada del juicio, la víctima refirió que se armó de coraje y que le contó lo que sucedía a su papá, quien en esa época trabajaba en Santa Fe. Sin embargo, sufrió un durísimo golpe, ya que él no le creyó ni una palabra. Por eso, K.S. se llamó a silencio por mucho tiempo y cada vez que la dejaban sola con su abuelo sufría sus manoseos.
Pero en una ocasión, el acusado fue más allá: intentó violarla. Fue allí cuando su hermano, quien por entonces tenía 14 años, ingresó a la casa y la salvó.
Él animó a la joven a contarle todo a su mamá, quien apenas escuchó a su hija, denunció a su suegro. Corría el 2009 y la causa fue una de las primeras en las que se utilizó la Cámara Gesell.
En la revisión médica surgió que la chica padecía lesiones de larga data en sus genitales, producto de los tocamientos perpetrados por su abuelo.
La causa se dilató y recién en 2018 se fijó fecha para el juicio. A su vez, los abogados defensores del acusado, Ramón y Delfín Chávez, argumentaron que su cliente había sufrido un ACV y que tenía problemas cardiológicos.
Pero finalmente el debate se desarrolló y los jueces condenaron a D.S. a 13 años de prisión, la misma pena que había solicitado el fiscal.
"Estamos conformes con el fallo. Merecía más años, pero la decisión de los jueces es correcta. Esto alivia a K.S. porque también sufrió un grave daño psicológico. La condena de su abuelo es un bálsamo para su alma, porque ella siempre ha dicho la verdad", afirmó la abogada de la familia de la chica, Carolina Díaz.
La ultrajó y huyó
En el otro juicio oral realizado en la misma Cámara, condenaron a "El Bujía" Coria, de 49 años, a 8 años de prisión. Se comprobó que el hombre, quien fue investigado en varias oportunidades por robo, abusó sexualmente de una nena de 11 años, en 2015. Los jueces Aizpeolea (presidenta), Flores y Sandra Ehrlich —quien reemplazó a Sabaini Zapata, ya que fue el juez instructor de esa causa— lo declararon responsable de "Abuso sexual con acceso carnal en perjuicio de una niña".
El ataque ocurrió después que Coria invitara a pasear en su auto y convidara con una cena a dos chicos de 14 y 20 años y a la nena, quien por esa fecha tenía 11. Tras la comida, los varones se fueron y él aprovechó para ultrajar a la criatura. Mientras abusaba de ella, la amenazó. Según el fiscal Bazla —quien solicitó la pena de 14 años de cárcel—, el hombre usó un arma blanca para amedrentar a la pequeña y así, someterla.
Tras el hecho, Coria escapó. Los familiares de la víctima prendieron fuego en su domicilio, después de que la niña les revelara lo que había ocurrido. En 2017, el sospechoso fue detenido en Rosario y trasladado a San Luis.


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