Patas Arriba

Messi abre el libro y lee en voz baja: “Hace ciento treinta años, después de visitar el país de las maravillas, Alicia se metió en un espejo para descubrir el mundo al revés. Si Alicia renaciera en nuestros días no necesitaría atravesar ningún espejo: le bastaría con asomarse a la ventana. El mundo al revés está a la vista: “es el mundo tal cual es, con la izquierda a la derecha, el ombligo en la espalda y la cabeza en los pies”.

Así comienza Patas Arriba, la Escuela del Mundo al Revés, del fenomenal escritor Eduardo Galeano. Y Leo lo lee y lo cree. Le pasa a él, que es el número 1 del mundo, un mundo de maravillas que es redondo por la pelota.

Se asoma a la ventana y observa que aún queriendo quedarse en su casa, en Barcelona, se tiene que ir. Le abren la puerta para que así sea.

Insólito. Increíble. Una torpeza dirigencial nunca antes vista: dicen culpa del fair play financiero con el tope impuesto por la Liga Española.

Los petrodólares qataríes que irrumpen en el PSG francés, frotan la lámpara y hacen que el Genio llegue a la “Ciudad de la Luz”. En un par de horas las acciones del club parisino crecen ochocientos por ciento.

Barcelona queda en off-side.

El mundo del fútbol está Patas Arriba.

Y ahí está Messi, que ahora abre su libro y en una nueva página escribe: la izquierda vuelve a su lugar y sigue estando ahí, en el pie zurdo… el ombligo del Barcelona cambia de azulgrana a negro, y el del PSG brilla… mientras, la cabeza y los pies del ahora jugador de camiseta número 30 siguen estando donde siempre están, en sintonía.