Lista de citados: tips para padres
A la situación se la podría denominar El Banquillo de las Emociones. Entonces cómo apoyar a mi hijo cuando no es convocado. Por Lahila Berardi.
Como padres y madres de jóvenes, somos la principal fuente de apoyo emocional. Uno de los momentos más delicados y frecuentes en la vida deportiva de un chico o chica es no ser convocado para un partido o competencia. Esta situación puede generar frustración, enojo, tristeza e incluso dudas sobre lo que hace.
Tu reacción es importante. En lugar de enfocarnos en la decisión técnica o en el rendimiento, debemos priorizar la conexión emocional y la resiliencia. Aquí tienes las guías esenciales para manejar este momento desde la perspectiva mental y emocional.
El primer paso es permitir que tu hijo sienta lo que tiene que sentir. No minimices su decepción con frases como "no pasa nada" o "es solo un juego".
Qué Decir (y por qué)
| Qué Evitar (y por qué)
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"Entiendo que estés molesto/triste. Es normal sentirse así cuando te esfuerzas y no ves el resultado."
| "El entrenador se equivocó/tiene algo personal contigo." (Evita la culpa externa, enseña responsabilidad).
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"Está bien estar frustrado o sentir emociones, podemos hablar de eso más tarde, si quieres."
| "Tendrías que haber entrenado más fuerte/mejor." (Evita el juicio y la presión excesiva).
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"Estoy orgulloso de tu dedicación, más allá de la lista de convocados."
| "Qué vergüenza/mala suerte." (Evita el dramatismo y las etiquetas negativas).
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2. Cambiar el Foco: Del Resultado al Proceso
Cuando la tormenta de emociones pasa, el siguiente paso es orientar la conversación hacia lo que sí puede controlar: su esfuerzo y su actitud.
Preguntas Poderosas (Orientadas al Aprendizaje):
- "¿Qué aprendiste en los entrenamientos esta semana, incluso sin el partido?" (Fomenta la reflexión sobre las habilidades).
- "¿Qué aspecto de tu juego te gustaría mejorar más en la próxima semana?" (Motiva a establecer metas tangibles y a enfocarse en el futuro).
- "¿Qué puedes hacer para seguir apoyando a tus compañeros aunque estés fuera?" (Refuerza el valor del compañerismo y el rol dentro del equipo, más allá de jugar).
"Piensa en su carrera no como un único partido, sino como un proyecto de largo aliento. Lo único que él puede controlar es su propia preparación. La decisión del entrenador es externa, pero su actitud, esfuerzo y dedicación son completamente internos. Los atletas más resilientes son aquellos que usan la decepción de hoy como combustible para el trabajo de mañana."
Como padres, nuestro rol no es ser el entrenador táctico ni el crítico del cuerpo técnico. Cuestionar públicamente o en privado la decisión del entrenador frente a tu hijo destruye tres pilares fundamentales atentando a valores que su club puede enseñar:
- La Autoridad del Entrenador: Debilita la relación de respeto y aprendizaje del chico con su guía deportivo.
- La Responsabilidad del Atleta: Le enseña a buscar culpables externos en lugar de asumir su propio desarrollo.
- El Clima del Equipo: Genera toxicidad, divisiones y desconfianza en el club.
Lo que SÍ deben hacer:
- Si tienes inquietudes sobre el desarrollo de tu hijo, solicita una reunión privada con el entrenador. El tema debe ser: "¿Qué necesita mi hijo para mejorar y tener más oportunidades?", evita: "¿Por qué no fue convocado?"
- Incentiva a tu hijo a preguntarle al propio entrenador con respeto: "Profe, ¿qué aspecto de mi juego debo enfocarme en mejorar para ser considerado en la próxima lista?". Esto le enseña proactividad y comunicación asertiva.
A veces, la mejor táctica después de una decepción es simplemente desconectar del deporte por un par de días, sobre todo en categorías infantiles.
- "Tiempo de Familia": Proponle una actividad que no tenga nada que ver con el deporte. Cine, un paseo, cocinar. Esto le recuerda que su vida es mucho más amplia que su desempeño deportivo y le brinda perspectiva.
- Fomentar la pertenencia: Anímalo a asistir al partido o a los entrenamientos. Ver el juego desde afuera le permite aprender y refuerza su compromiso con el equipo. El compañerismo es su mejor herramienta de resiliencia.
La experiencia de no ser convocado es un entrenamiento mental clave, manejado con madurez y apoyo, puede convertirse en una de las lecciones más valiosas de su carrera: podrá entender que la paciencia construye el verdadero éxito deportivo."


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