Mondino pasó por Mercedes con un remate para la historia

El paso de la consignataria Alfredo S. Mondino por Villa Mercedes quedará grabado por el volumen del remate, la llegada a todo el país a través de Canal Rural y porque hasta hace un par de años atrás, cuando la pandemia de coronavirus no estaba en la mente de nadie, parecía inimaginable poder vender 10 mil cabezas de ganado sin que haya un solo animal presente en el predio donde se lleva a cabo la subasta.

Sin embargo, la tecnología obró el milagro y hoy, con un par de pantallas de televisión, una buena logística previa, un conductor atento a los compradores como Roberto Mondino y el entusiasmo perenne de los criadores ganaderos, siempre dispuestos a apostar para mejorar el negocio aún en las peores condiciones económicas, se puede rematar de manera virtual sin inconvenientes.

Después de años de recorrer subastas por todo el centro del país, este cronista debe reconocer que se sentía raro el ambiente. Sin mugidos, sin "olor a vaca", sin tierra en las zapatillas, sin recorrida por los corrales. Solo un amplio y cómodo salón como el que tiene la Sociedad Rural Río Quinto, las mesas listas para el almuerzo, un ejército de operadores de la televisión y la omnipresente cobertura de los 46 agentes que tiene Mondino en todo el país. Algunos apostados allí en Villa Mercedes y otros ocupando los pequeños cuadraditos en la pantalla por Zoom. Todos con los teléfonos en el oído y las computadoras listas para satisfacer las necesidades de los compradores. Los clientes más importantes que tiene la firma en San Luis se hicieron el viaje hasta el predio La Fortuna y el resto también se prendió a la subasta por internet, con una comodidad que nadie hubiera adivinado hasta 2019. Las manos levantadas ahora están televisadas y las únicas voces que se escuchan son las de los agentes, pero las 10 mil cabezas salieron a un ritmo alucinante y con buenos precios, porque la virtualidad de los animales tiene otra ventaja: hay menos gastos en flete porque el comprador retira directamente en el campo del vendedor. Todo transparente, pero más barato.

Las cotizaciones

Por la mañana se vendieron las categorías para faena, esas que antes salían en la recorrida con camioneta por los corrales y ahora también se ven gracias a la magia de la televisión. Las vaquillonas de consumo se pagaron en promedio $353 el kilo las livianas, $344 las medianas y $326 las pesadas. Los novillos costaron $340, $333,70 y $355 respectivamente; en tanto que el de exportación llegó a $337 y la vaca de consumo alcanzó los 277 pesos por kilo.

Después del almuerzo fue el turno de las categorías livianas, que siempre despiertan más entusiasmo porque ya no son frigoríficos los que pujan por los lotes, sino productores que van en busca de invernada. Entonces el salón lució más completo, aunque sin completarse los 130 lugares que permitió el protocolo.

Los terneros se pagaron, en promedio, entre $239,60 por kilo los livianos (hasta 200 kilos) y $227 los más pesados. Los novillitos oscilaron entre $223 y $203 según la calidad, mientras que las hembras obtuvieron unos pesos menos: $223 las livianas, $226 las medianas y $219 las vaquillonas.