Un profundo encuentro con la democracia

Este domingo 12 de septiembre de 2021 se inicia, según lo establecido por disposiciones nacionales, provinciales y municipales, el procedimiento electoral para la designación de los representantes del pueblo argentino. Es el momento en que los ciudadanos ejercen su derecho a elegir y ser elegidos. Es mandato constitucional. Resulta muy saludable para la democracia que los mandatos constitucionales se cumplan en plenitud.

La constitución nacional establece en su Capítulo Segundo, Nuevos Derechos y Garantías:

Artículo 37.- Esta Constitución garantiza el pleno ejercicio de los derechos políticos, con arreglo al principio de la soberanía popular y de las leyes que se dicten en consecuencia. El sufragio es universal, igual, secreto y obligatorio.

La igualdad real de oportunidades entre varones y mujeres para el acceso a cargos electivos y partidarios se garantizará por acciones positivas en la regulación de los partidos políticos y en el régimen electoral.

Artículo 38.- Los partidos políticos son instituciones fundamentales del sistema democrático.

Su creación y el ejercicio de sus actividades son libres dentro del respeto a esta Constitución, la que garantiza su organización y funcionamiento democráticos, la representación de las minorías, la competencia para la postulación de candidatos a cargos públicos electivos, el acceso a la información pública y la difusión de sus ideas...

La Constitución de la Provincia de San Luis en su Capítulo VI Régimen electoral Ley Electoral – Bases dispone: Artículo 93.- La ley electoral se dicta con sujeción a las siguientes bases: 1) Voto secreto, universal, igual y obligatorio. 2) Padrón nacional y/o provincial. 3) Escrutinio público inmediato en cada mesa. 4) Uniformidad para toda la provincia. 5) Representación de las minorías por el sistema que adopte la ley. 6) Descentralización y fiscalización del comicio. 7) Libertad electoral garantida por la autoridad pública y sanciones penales contra los que en cualquier forma la conculquen.

A partir de esta manda constitucional surgen toda una serie de leyes que reglamentan su ejercicio. Es fundamental para la convivencia democrática que esta instancia resulte transparente y que absolutamente todos los ciudadanos puedan ejercer sus derechos en plenitud. Es además una obligación cívica cumplir con el sufragio, de ahí su carácter de obligatorio. Pero fuera de la cuestión legal, la participación en estas decisiones trascendentes es absolutamente imprescindible para la construcción del destino de una sociedad. Siempre lo fue. Pero resulta inevitable resaltar que a partir de la pandemia de coronavirus que atraviesa la humanidad todas las formas de acción comunitaria cobran otro relieve. La necesidad de un Estado activo y de políticas públicas eficaces han quedado en evidencia. Entonces, cada ciudadano debe decidir con su voto quiénes son, dentro de los postulados, los mejores hombres y las mejores mujeres para representarlo. No hay margen para la indiferencia, ni para la especulación.

La mirada histórica obliga a recordar muchos momentos tristes de la historia argentina en los que esta posibilidad de participación y decisión estuvo vedada para los argentinos. Mucho costó recuperar terreno y consolidar la democracia. Vale honrar a quienes consagraron su vida a este propósito. Una buena forma de honrarlos es el sostén de la más activa participación y del respeto a la transparencia y la vigencia de estos procesos que tanto contribuyen al progreso de los pueblos. Aun reconociendo omisiones, errores y deficiencias, este es el camino y cabe recorrerlo en paz y en armonía. Ojalá sea una jornada de verdadera fiesta democrática y quienes sean elegidos puedan asumir con responsabilidad y compromiso este mandato patriótico.