Un piel roja de la flora y la fauna política
A 111 años de su muerte, las ideas del pensador alemán radicado en San Luis parecen tan vigentes como sus estudios sobre el suelo de la provincia.
Por: Fernando De Vargas
Letras y palabras van dibujando el mapa de Germán Ave Lallemant. Pero se sabe que el mapa “no es el territorio”, un conocimiento del que no estaba exento Lallemant como un “piel roja” no indígena, que siendo alemán enfrentó a los “jíbaros no indígenas” europeos.
La sentencia “el mapa no es el territorio”, del filósofo alemán Ludwig Wittgenstein, es acorde porque escaló, parte de su tarea, en una representación cartográfica, como relación de semejanza entre las dimensiones reales del espacio geográfico representado y las de su imagen sobre el mapa.
Lallemant fue un ingeniero en minas y agrimensor doctorado en la Universidad de Kiel. Su actividad política e ideológica, a veces, ocurre en un segundo plano en los cauces de algunos “relatos históricos”. Hoy se lo reivindica en base a documentación recuperada desde que se radicó en San Luis en 1870, como cabeza del marxismo argentino.
En 1890, Lallemant ofreció un análisis materialista de la historia de su país adoptivo, adelantado para su tiempo, en el que analizaba las causas del atraso argentino. Para Lallemant, las razones que explican la paralización nacional se remontan a la herencia de la colonización española, como así también a la permanencia de la clase dominante local.
La edición crítica de esta teoría propone contribuir a la superación de visiones estereotipadas sobre el marxismo de Lallemant y de la Segunda Internacional. Esta visión fue publicada en el 2013 bajo el extenso nombre de “First approach to a materialist interpretation of Argentinian history: 'Contributions to cultural history in Argentina' of Germán Ave Lallemant”. En ella se da una mirada actual de nuestro pensador.
Lallemant, cercano al pensamiento de Joachim Jungius (un matemático, físico y filósofo alemán), realizó contribuciones científicas sobre el suelo, la flora y la fauna puntanas y desde 1888 colaboró asiduamente con el semanario "Vörwarts", el primer órgano de difusión del marxismo en el ámbito local, editado en Buenos Aires por el club homónimo de inmigrantes alemanes socialistas. Tanto Friedrich Engels como Tucholsky escribieron para esa publicación, que apoyó a los economistas marxistas rusos pero no publicó ningún escrito de Vladimir Lenin, por ejemplo.
Con esta participación de Lallemant y de colaboradores cercanos, los socialistas alemanes en Argentina enlazaron una ideología marxista en armonía con el recorrido del Partido Socialdemócrata de Alemania. En 1890, don Germán fundó, con sus propios ingresos, el primer órgano de prensa del movimiento obrero argentino: "El Obrero".
Defensor de los intereses de la clase proletaria, lo que impulsó la funda ción de la Federación Obrera en 1891, Lallemant se convirtió en la principal personalidad del socialismo argentino antes de la aparición de "La Vanguardia", de Juan B. Justo en 1894. Y desde 1895 hasta su muerte se desempeñó como corresponsal en Argentina de "Die NeueZeit" (El Nuevo Tiempo), la revista teórica de la socialdemocracia alemana editada por Karl Kautsky, destacado teórico marxista.
Desde 1871 hasta 1873 dirigió los trabajos de explotación de las minas de La Carolina y en 1873 fue nombrado profesor de Física y Cosmografía en el Colegio Nacional. Al poco tiempo fue ascendido a rector.
El pensamiento de Lallemant es el compendio de dos magnitudes: la naturaleza y la sociedad del medio provinciano y de todo el país. En lo primero disponía, como ingeniero europeo, de una metodología adecuada y precisa para abarcar el amplio espectro de la realidad y la naturaleza, que en San Luis concretó en los estudios sobre geología, los de agrimensura, de la flora y la fauna de la provincia. En lo segundo, como intérprete de lo social, en sus reflexiones sobre la política y las críticas sobre formas, sistemas y modalidades de la sociedad liberal del ochenta y de sus necesidades transformadoras. Defendió así valores de las estructuras primarias del país.
Nacido en Lübeck, Alemania, entre el año 1835 y 1836, fue un agrimensor y hombre de ciencia alemán radicado en Argentina que lo llevó a ser considerado un precursor de la ciencia en este país, como de la minería moderna y de las luchas sociales y políticas, un costado que lo llevó a militar en la Unión Cívica Radical de San Luis. Casado desde 1872 con Enriqueta Lucio Lucero, reconocida por ser pionera en el reclamo de los trabajadores de la educación y por encabezar la primera huelga docente en nuestro país el 20 de noviembre de 1881.
Germán Ave Lallemant falleció en San Luis el 2 de septiembre de 1910.


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