Fernando Giannini: aventura y riesgo, pasión por el deporte

Bioquímico de profesión, investigador en la Universidad Nacional de San Luis y activo participante del deporte aventura y expedición es Fernando Giannini, un sanrafaelino de 57 años radicado hace más de 35 en San Luis.

Ganador de innumerables carreras de orientación, es uno de los fundadores del grupo Trans Sierras, donde asesoran y organizan todo tipo de competencias de larga duración con equipos propios en todo el país.

“Hago deportes desde hace mucho tiempo representando a San Luis y al país. Mi especialidad es el deporte aventura o de expedición, que es muy amplio en el contexto deportivo. Se corre en equipo, son competencias de larga duración, de dos a seis días ininterrumpidos, en las que se reúnen distintas disciplinas, trekking, kayak, cuerda y en bicicletas todo terreno, con un recorrido estimado, y según la organización, de unos trescientos a seiscientos kilómetros de extensión”, precisa.

No son carreras de las denominadas a campo traviesa que se corrían hace tiempo ni nada que se le parezca, porque para este tipo de competencias se utilizan mapas controlados por la organización con un recorrido preestablecido con puntos de control que el competidor debe marcar a su paso.

“Estas carreras reciben el nombre de carreras de expedición, donde el competidor es dueño de su tiempo. Si se quiere detener, descansar, alimentarse o dormir, lo puede hacer sin ningún problema, todo es según su estrategia de carrera”, aclara.

Por lo que manifiesta el deportista, este tipo de pruebas requiere mucha actitud, entrenamiento y perseverancia. “La base de todo es la actitud del competidor para afrontar una carrera. Están reservadas para personas que deben mostrar estar preparadas física y mentalmente para cumplirlas. Se debe tener en cuenta que hay pruebas de unos 600 kilómetros de extensión que tienen una durabilidad de hasta seis días. Por lo general, son deportistas que han hecho un montón de deporte y llevan años en la actividad”, puntualiza.

“Nuestro equipo Trans Sierras —añade— así lo entiende, porque hemos hecho carreras de mountain bike, duatlón, triatlón, atletismo, etcétera, y hemos sacado nuestras propias conclusiones y entendemos que vamos por buen camino”.

Giannini dice que la primera carrera de esta especialidad que se disputó en el país fue en 1999 y que ellos nunca dejaron de participar, al contrario, fueron creciendo hasta llegar a conformar una empresa con equipos propios a la que llamaron Trans Sierras.

El equipo le aportó a la provincia circuitos fijos de orientación. Los hay en Potrero de los Funes, La Carolina, Los Molles, La Punta, Las Chacras de San Martín, El Trapiche, La Toma, Concarán y Merlo. “Nosotros hacemos esos circuitos y vendemos a los municipios los mapas impresos. Ellos se encargan de promocionar esos circuitos entre los turistas. El mejor municipio que trabaja es Los Molles, que lleva vendidos más de mil mapas”. También Trans Sierras hizo “Cicloturisteando por San Luis”, una guía de turismo online y gratuita. “Está en nuestra página web, es única en el país y está a disposición de todos”.

“Uno de los objetivos es recaudar fondos para que el equipo pueda estar presente en todas las carreras que se disputen en el país o fuera de él. Los costos son muy elevados y es muy escaso el apoyo estatal, por lo que recurrimos a un método que nos permitiera competir en San Luis y en el país. Hoy tenemos la suerte de poseer en nuestro curriculum deportivo participaciones en Chile, por lo que a nuestro equipo se lo denomina internacional”, explica.

“Lamentablemente —continúa—, cuando organizamos pruebas no podemos participar, por una cuestión lógica. Sabemos el recorrido y dónde están los puntos de control. Se debe tener en cuenta que el recorrido es secreto y solo se conoce cuando el competidor comienza su actividad y navega con el mapa en la mano”.

Fernando fue uno de los fundadores del equipo junto a Walter Orozco y Hugo Claveles. Después Claveles se alejó y se sumó Ricardo Olguín. Los corredores van rotando, pueden ser dos por equipo. Mientras que en las pruebas internacionales, requieren tres o cuatro competidores. Hoy se sumó el profesor José Muñoz.

Un dato no menor ante el crecimiento de este deporte es que para competir en pruebas de campeonatos mundiales, los equipos deben incorporar atletas mujeres. “Es una condición que no puede ser modificada en absoluto. Nosotros sumamos a Fabiana Perretti, Andrea Sotelo y Verónica Filippa, quien hoy representa al país en carreras de trail”, dice.

Giannini está casado con Marcela Kurina Sanz y tiene una hija, Franca. Ambas abrazan la pasión por el deporte aventura. Con ellas hicieron varias travesías internacionales. “En bicicleta recorrimos los 1.250 kilómetros de la carretera austral chilena. Después unimos Costa Rica y El Caribe por el Pacífico. También París –Londres por una ruta cicloturística denominada Vía Verde y la vía cicloturística de San Luis con un recorrido de 750 kilómetros. En trekking hicimos los fiordos chilenos con un recorrido de 110 kilómetros”, recuerda.

El deportista e investigador de la UNSL señala que como equipo fueron a Chile, obtuvieron un buen resultado y que en forma individual representó al país en el campeonato mundial de mountain bike de orientación en Budapest, Hungría, y en Copenhague, Dinamarca, y en el torneo       sudamericano de Brasil. “Tuve buenos resultados, pero en Europa y en otros lugares este deporte está profesionalizado, nosotros escasamente somos amateur. Pese a todo, la Argentina ha logrado campeonatos sudamericanos y algunos podios en la especialidad denominada orientatlón”.

También participó de una expedición o travesía al río Urubú, afluente del Amazonas en Brasil, formando equipo con Gustavo Pifarre, de Buenos Aires, y los sanluiseños Javier Agüero, Darío Pantano, Walter Orozco y Arturo Amieva. “Fue una experiencia inolvidable”, señala.

Junto al equipo hizo incontables expediciones: recorrió Cuba, Salkantay y Machu Pichu en Perú. En la Argentina, Catamarca, la travesía Barranca Larga, Belén, Morterito y Las Cuevas, pasando por comunidades diaguitas originarios de la zona. “La comunidad de los diaguitas tiene una costumbre ancestral. Cuando uno pretende ingresar a su territorio, hay que pedir permiso y colocar una piedra en la ‘pacheta’ que tienen a su ingreso. Hay que cumplirlo, ser respetuoso y respetar sus costumbres”, reconoce.

En bicicleta partieron de Corral Quemado a la mina de Culampaja, llegando a los 3.050 metros. “Un recorrido muy difícil y extremadamente duro, pero muy lindo. Al llegar nos encontramos con el único habitante de la mina. Fue una grata sorpresa”.

También unieron Alpha Corral, provincia de Córdoba, con Merlo, pasaron por Cañada del Sauce, Pueblo Escondido y llegaron al cerro Las Ovejas, el más alto de la provincia con más de 2.200 metros. El equipo hizo un trekking de 30 kilómetros y a unos 600 metros de altura, unieron La Carolina con Nogolí, atravesaron Pantanos Negros, el río Aguas Claras, y el dique Nogolí.

“La lista es bastante extensa, pero lo enunciado sirve como una referencia histórica-turística. Nuestro aporte al turismo es amplio y los videos y fotos son testigos de nuestro trabajo. Muchas veces hicimos podio logrando buenos resultados. San Luis siempre estuvo entre los diez primeros", acentúa.

En el tramo final de la charla, Fernando da parte de la receta: "Como en cualquier equipo se requiere actitud. Estas carreras o travesías se venden como un reality, la gente quiere ver el final de la película".

"Nosotros como participantes decimos que hay que salir de la zona de confort, entrenar mucho, con frío o calor, ahorrar para comprar pasajes o una buena bici, dejando de lado la compra de una buena pilcha. Todo es sacrificio, por eso decimos que hay que tener actitud y saber que lo que uno se propone, se cumple, porque el premio es grande. Una vez un corredor dijo: ‘Estas carreras son un laboratorio de emociones humanas’ y creo que nunca estuvo más acertado”, destaca finalmente.