En el estadio “Genaro Jofré” de Nogolí se jugaba el clásico del Departamento Belgrano. Era por la tercera fecha del Torneo Clausura de la Liga Sanluiseña de Fútbol. El local quería seguir con puntaje ideal, mientras que Sportivo Villa de la Quebrada buscaba igualar a su eterno rival en la tabla. Finalmente, el "Celeste", como se lo conoce a Defensores de la localidad anfitriona, se impuso 1 a 0 con gol de Juan Garro, quedó como único líder y estiró la brecha con su archirrival.
Hasta ahí una crónica que bien podría ir en las páginas de Deportes. Pero el hecho llamativo se produjo después del triunfo. En cómo reaccionó uno y otro. En medio de la alegría lógica de los vencedores, el intendente comisionado Ramón Funes se plegó a los festejos, pero en la selfie que se viralizó quedó muy mal parado. Sale levantando el dedo medio de su mano izquierda, es decir, haciendo uno de los agravios más populares del mundo. En las redes se lo tomó como burla y cosechó cuestionamientos, porque no fue considerado un gesto propio de su investidura, pese a su juventud en el cargo (asumió en diciembre pasado).
En cambio, el club que perdió el clásico tuvo una postura bien adulta y madura, como debe ser, pese al fanatismo y al deseo siempre presente de querer ganar. El “Albirrojo” de la Capital de la Fe utilizó sus redes para postear una placa con una felicitación a su oponente. En Facebook, la gente marcó la notable diferencia y abogó por más reacciones como la de Sportivo Villa de la Quebrada.
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