Con el eje puesto en las campañas contra la contaminación por plásticos, Costa de Marfil será el país anfitrión en la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, el próximo 5 de junio.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) indicó que al país africano lo acompañará Países Bajos en las jornadas que establecerán prioridades en el cuidado del medio ambiente global: “Costa de Marfil y los Países Bajos figuran entre los países que están a la altura de este desafío y que aceptan las ventajas de una economía circular de los plásticos”.
En 2014 Costa de Marfil prohibió el uso de bolsas plásticas y, desde entonces, ha apoyado la transición hacia envases, envolturas y embalajes reutilizables.
Abiyán, la ciudad más grande del país y antigua capital, también se ha convertido en un centro para nuevas empresas orientadas a combatir la contaminación por plástico, reconoció el Pnuma.
Simultáneamente, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), junto con el gobierno marfileño, desarrolla un programa de construcción de escuelas que utiliza ladrillos de plástico reciclado, un proyecto en el que participa la empresa colombiana Conceptos Plásticos.
Incluso un emprendedor francés, Eric Becker, ha desarrollado una instalación turística conocida como Isla Flotante, en una de las lagunas en la costa del Golfo de Guinea donde está Abiyán, y en cuya construcción empleó más de 700.000 botellas de plástico como material reciclado.
Jean-Luc Assi, ministro de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible de Costa de Marfil, dijo al aceptar la designación del Pnuma que “el flagelo de la contaminación por plásticos es un peligro visible que afecta a todas las comunidades del mundo”.
“Como anfitriones del Día Mundial del Medio Ambiente 2023, extendemos nuestra invitación a todos los sectores, tanto a gobiernos y empresas como a la sociedad civil, a que participen en conjunto de este día para encontrar soluciones y velar por que se cumplan”, agregó Assi.
También la ministra de Medio Ambiente de Países Bajos, Vivianne Heijnen, afirmó que “la contaminación por plásticos y sus efectos perjudiciales en la salud, la economía y el medio ambiente no pueden ser ignorados. Se requiere tomar medidas urgentes, con soluciones verdaderas, firmes y eficaces”.
Más de 400 millones de toneladas de plástico son producidas en el mundo cada año, de los cuales la mitad están concebidos para una vida útil de un solo uso y menos del 10% es reciclado, recordó el Pnuma.
Entre 19 y 23 millones de toneladas de desechos plásticos terminan cada año en lagos, ríos y mares, y los microplásticos (partículas cuyo diámetro es inferior a cinco milímetros) invaden los alimentos, el agua e incluso el aire.
Estimativamente las personas ingieren más de 50.000 partículas de plástico cada año e incluso muchas más si son consideradas las partículas inhaladas.
Los productos plásticos de un solo uso que resultan desechados o quemados no solo perjudican a la salud humana y la biodiversidad, sino que igualmente contaminan todo tipo de ecosistemas, desde los picos de montaña hasta el lecho marino.
El organismo de las Naciones Unidas expuso que es posible hacer frente al problema de la contaminación por plásticos si se aprovechan los avances científicos y las soluciones existentes.
Para resolver esta crisis, es necesario que los gobiernos, el sector privado y demás partes interesadas amplifiquen e implementen medidas eficaces dirigidas a revertir el panorama de contaminación por plásticos.
Debe y puede eliminarse la contaminación por plásticos.


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