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Vecinos del barrio Vialidad son víctimas de una plaga de murciélagos

Según contaron aumentó la población y se ubican entre un espacio que queda entre las paredes que dividen los monoblocks.

Por redacción
| 08 de febrero de 2023
Si bien hace tiempo que los murciélagos se instalaron en ese barrio, este año aparecieron muchos más y los vecinos lo sufren. Fotos: Inés Cobarrubia

Vecinos del barrio Vialidad Nacional están alarmados porque padecen por una plaga de murciélagos que se instaló en sus monoblocks lo que hace que su rutina esté totalmente alterada. El complejo habitacional está ubicado en la zona norte de la ciudad de San Luis; sobre la avenida Aristóbulo del Valle entre Yapeyú y Leando N. Alem.

 

Según contaron los vecinos consultados por El Diario de la República, estas visitas despreciables se instalan arriba de las paredes de las construcciones pero este año –insisten- la población de murciélagos aumentó considerablemente.

 

Ya intentaron todas las recetas posibles: pusieron pastillas de gamexane, prendieron fuego para ahuyentarlos con el humo e incluso la última vez quemaron neumáticos para ver si esa humareda negra y tóxica que provoca el caucho los motivaba a irse. Pero tampoco dio resultado.

 

Cada vez que han realizado estos operativos, finalmente terminan llamando a los Bomberos para que los ayuden, pero esta última vez los voluntarios les respondieron que el pedido lo hagan formalmente por nota.

 

Lara Denápole, Jefa del Área Fauna del Ministerio de Medio Ambiente, le confirmó a El Diario, que ya se comunicó con una de las vecinas y que  "esta la tarde (miércoles) vamos a tener una reunión con ellos y funcionarios de Medio Ambiente de la Municipalidad". Y añadió que "mañana (jueves) vamos a ir con un grupo de técnicos de nuestra área a quitar esa colonia de murciélagos y llevarlos a otro lado, porque está claro que no se puede vivir con ellos ahí".

 

La funcionaria destacó que "contrariamente a lo que la mayoría cree, el murciélago no es malo para el ser humano porque la variadad que habita en las ciudades se alimenta de insectos, lo cual es beneficioso. Pero lo que no está bueno es que el olor de su excremento es insoportable".

 

También aclaró que "la variedad de murciélago que transmite la enfermedad de la rabia es el que se alimenta de sangre, llamado vulgarmente ´vampiro` que en realidad vive en los campos y se alimenta de los animales muertos. No es el que habita en las ciudades". Y reiteró que este jueves "intentaremos sacar esa colonia de vampiros y llevarla a otro lugar para que no sea un problema para esos vecinos".

 

Facundo Páez, uno de los habitantes de esos monoblocks, contó que por los murciélagos sufren entre otras cosas de “olores nauseabundos”. Explicó además que como “son viejos los edificios y entre cada pared vertical hay una separación de unos 50 centímetros, se han caído unas chapas y ahí se metieron los murciélagos. Hay en cantidad y se quedan entre los monoblocks”.

 

Páez dijo que “hay de todos los tamaños: chiquitos y grandes” y aclaró que “hicimos todo intento de quemar y hacer humo, pero al estar tan alto (son más de 10 metros) no se puede hacer mucho. Impresiona el olor asqueroso y el temor a las enfermedades que transmiten estos animales. Y ahora empezaron a meterse a los departamentos. Algunas familias anoche no durmieron acá”.

 

También dijo que en esas construcciones “viven muchos niños. Por ahora no hemos llamado a nadie. Ayer (martes) durante la tarde noche hicimos todo ese movimiento con fuego”.

 

El hombre contó que “al final de la quemazón que hicimos, los murciélagos empezaron a salir  porque un hombre prendió fuego con cubiertas. Nos estamos moviendo todos juntos entre los vecinos”. Y recordó que “los bomberos vinieron antes de la pandemia y los murciélagos se fueron por un año. Pero ahora los llamamos otra vez y nos dijeron que necesitamos presentar una nota”.

 

Graciela del Valle vive hace 30 años en ese barrio –cuando lo entregaron- y recordó que “siempre hubo murciélagos en este barrio, pero ahora es como que se acrecentaron más. Nunca hubo tanto movimiento como ahora. Es insoportable, no se puede vivir. Estamos encerrados porque ahora se nos meten adentro”.

 

Además de contar que tiene que estar todo el día limpiando los excrementos que dejan; se quejó porque “los niños están jugando acá afuera y están sometidos al vuelo de estos murciélagos que es muy peligroso. Durante el día suben y por la noche bajan. Incluso cuando uno sale y baja las escaleras te pasan por al lado”.

 

Si bien reconoció que siempre convivieron con algunos de ellos, “ahora son una plaga y no se puede estar. Y estos días de humedad, después que llueve queda un olor insoportable. Nos sentimos perjudicados en todo”.

 

Redacción/MGE  

 

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