Disparen contra Symns

Al momento de esta escritura, ya mucho los teclados, los chats, las redes, ese remolino de latidos que se enfría, continúa siendo tiroteado. Dinamitado ese cañaveral infranqueable, ese remolino de pasión, por la tinta y la letra escrita del señor de los venenos.

A los 77 años murió, el 16 de marzo, el escritor, periodista, performer y creador de la mítica revista Cerdos & Peces, Enrique Symns. Revista de la que se editaron 59 números con tiempos en blanco entre 1984 y 2004, varias veces discontinuada por la censura o mecanismos judiciales que debieron retroceder.

Entre los colaboradores encontramos a Néstor Perlongher, Maitena, Damián Tabarovsky, Fabián Polosecki, Ricardo Ragendorfer, Vera Land, Semilla

Bucciarelli, Fernando Noy, Daniel Melingo, Adrián Caetano, Naty Menstrual, Fabián Casas, Mariana Enriquez, Dolores Reyes, Carlos Busqued, Bruno Stagnaro, César González, Willy Crook, Luis Ortega, Kike Ferrari, Juan Mendoza, Federico Bianchini y Bruno Stagnaro. Pero hoy no corresponde dedicarnos a la revista ni a sus participantes de su exquisito dragón. Tampoco se trata de una necrológica.

Ha partido Enrique, hacia un lugar ninguno o pensado, si eso es posible imaginar.

Nos ha surcado, con sus palabras, en libros como “Invitación al abismo”, “La banda de los chacales”, “Páez”, “La vida es un bar”, “La última canción”, “El señor de los venenos”, “En busca del asesino”, “Senderos extraviados” y ”Fantasmas de luz”.

 Fue secretario de redacción en El Porteño —donde comenzó a publicarse Cerdos & Peces a modo de suplemento cultural—, prosecretario de Satiricón, colaborador en Clarín, Eroticón y Fin de Siglo, y redactor de los diarios La Voz y Sur. Pero esta descripción solo amasa el lodo con el que hacerle una escultura. Cuando en realidad, quienes lo conocieron pregonan por soltar nuevos enjambres, editar y reescribir “Edipo”.

Hay quienes reiteramos habitualmente las escuchas de aquellos monólogos desbordados y siempre lúcidos en los conciertos de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota. O los escenarios compartidos con Tom Lupo.

Symns es la mejor versión latina del periodismo Gonzo —ver película— y de la literatura underground; se lo iguala, o más, a Bukowski y, en menor medida, con Hunter Thompson.

"Nos veremos en cada esquina del papel de tu revista o de tus libros.

Te despedimos con unas líneas blancas, del Indio, sobre ahora tu noche oscura".