Eligen proyecto de estudiante de la UNSL para el Mundial de biotecnología

Uriel Miralles, estudiante de la Licenciatura en Biotecnología de la Facultad de Química, Bioquímica y Farmacia de la UNSL, fue seleccionado para participar del Grand Jamboree, el Mundial de biotecnología que se realizará en París, Francia, a principios de noviembre. Junto a su compañero Jeremías Conrero (de la UTN de Córdoba), desarrolló un proyecto de vacunas para tratar una enfermedad en gallinas que formará parte de la competencia, junto a otras catorce iniciativas de todo el mundo. Miralles actualmente recauda fondos para poder cubrir los costos del viaje.

El estudiante es cofundador y director ejecutivo de BioSpi, que es el proyecto que desarrolla una vacuna oral que podría utilizarse en la industria avícola, de pollos de engorde y ponedoras. “Podemos combatir una enfermedad común en los pollos de la industria, que se llama campilobacteriosis, que afecta a estos animales y genera muchas pérdidas a nivel de producción”, explicó.

“Es una enfermedad causada por una bacteria resistente que se transmite a humanos por alimentación, por contaminación cruzada de alimentos. Esto genera en los adultos una diarrea simple. No tiene tratamiento, pero en el caso de niños menores de cinco años, tiene una mortalidad del 95 por ciento. Nuestra solución no solamente impacta en la producción avícola, sino que también tiene potencial de mejorar la salud pública en el país y en el mundo”, aseguró.

“Lo que hace la vacuna es entrenar al sistema inmune del animal para que de manera natural pueda vencer y luchar contra este agente patógeno”, remarcó. Entre las características que enumeró de la vacuna están su “bioencapsulación natural”, por lo que no requiere de purificación. Su administración oral abarata los costos y además reduce la huella de carbono en su producción, ya que se genera a partir de dióxido de carbono y luz solar.

Miralles marcó que en seis meses realizarán las primeras pruebas en granjas avícolas, con una proyección de tres años o menos para que pueda utilizarse en la industria, dependiendo de los niveles de inversión, regulaciones y habilitaciones pertinentes del Senasa, Anmat y la FDA.

Tanto Uriel como su compañero Jeremías son de pequeños pueblos de la región. El primero, de Villa Tulumaya, Mendoza, y el segundo, de Pozo del Molle, en Córdoba. Para su investigación, trabajan actualmente con el laboratorio de biotecnología y tecnologías médicas de la Universidad Católica de Cuyo, y cuentan con la colaboración de científicos de la UNSL, el Conicet, el instituto Cefobi de Rosario y el asesoramiento del doctor Martín Rinaldi Tosi, Julieta Berchezi (Cefobi) y Gastón Fernández (UNSL).

Miralles detalló que hace un año y medio se viene presentando en distintos concursos nacionales e internacionales con la vacuna. Así, llegaron a acercar su propuesta a la Fundación IGEM, que es la organización de biología sintética y biotecnología más grande del mundo, respaldada por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Estados Unidos.

A principio de año, se sumaron a IGEM Startups, que tiene por fin preparar proyectos científicos para que se transformen en empresas que generen un producto “con impacto en la sociedad, el ambiente y a nivel económico de la región”.

Durante ese proceso, el proyecto fue seleccionado en un primer corte entre 350 iniciativas. Luego, en la penúltima instancia, se eligieron quince: cinco de Europa, cinco de Asia y cinco de América, de las cuales una fue la de BioSpi.

► La competencia

El evento, que se desarrollará del 2 al 5 de noviembre, tendrá hasta 8 mil asistentes, además de 40 firmas de inversores y 2.700 investigadores, miembros de la academia, gobiernos, ministerios de Ciencia y Técnica, el MIT, periodistas y hasta se confirmó la presencia del presidente de Francia Emmanuel Macron.

Los primeros tres días serán de exposición en stands, mientras que el último se hará la presentación de propuestas ante un jurado. El proyecto ganador se llevará 10 mil dólares. “Nosotros podemos mostrar quiénes nos acompañan, cómo llegamos al proyecto, qué es lo que hacemos, quiénes están detrás nuestro y también, el nivel de innovación que hay en San Luis y en Argentina”, apuntó Miralles, quien se mostró optimista por las posibilidades de ganar.

“Además del premio, nos da la vidriera y el contacto con los inversores internacionales que van a asistir y con las organizaciones académicas que van a estar ahí para generar alianzas y cooperación”, argumentó.

Si bien cuentan con sponsors en el proyecto, Miralles y su compañero aún recaudan fondos para poder costear el transporte, los tickets de ingreso al evento, alojamiento y viáticos. “La idea no es que alguien cubra todo, sino que puedan aportar lo que deseen a cambio de esta visualización en este evento mundial, porque también debo destacar que es una oportunidad para abrirle las puertas a Argentina, a todas sus empresas o a sus instituciones y organizaciones a introducirse al ecosistema mundial de la biología sintética, que es una tecnología del futuro”, afirmó.

Para esto, tienen un alias de una cuenta en pesos, biospi.paris, un alias de una cuenta en dólares, que es biospi.paris.usd, y también poseen un paquete de sponsoreo, del que hay más información en el email urielmiralles@biospi.tech, biospi.tech en Instagram, la página web www.biospi.tech y el número de teléfono, 2614 190715.

Redacción / NTV