La estanflación impacta fuerte en los supermercados
Las ventas comenzaron a caer en la última semana de diciembre y, pese a ello, siguen los aumentos de precios.
La liberación de precios y el desdoblamiento de sueldos no solo impactó fuertemente en los bolsillos de los puntanos, sino que también perjudicó y desplomó las ventas en los grandes supermercados. El Diario de la República, luego de recorrer los hiper que están emplazados en el microcentro de la ciudad de San Luis, constató la baja que viene en picada desde la segunda semana de diciembre. El derrumbe es del orden del 16%.
Algunas estanterías son el fiel reflejo de la crisis: hay faltantes de marcas y poca variedad, carteles con restricciones y precios que solo en un mes sufrieron aumentos entre el 15% y el 40%.
A nivel nacional, las grandes cadenas durante las Fiestas de fin de año tuvieron un leve aumento de ventas que comprendió el 9%. Sin embargo, en San Luis fue todo lo contrario. El perjuicio fue a raíz de las medidas que tomó el gobernador Claudio Poggi, como el desdoblamiento salarial que sufrieron los empleados públicos.
“Desde el 22 de diciembre en adelante, las ventas bajaron un montón, sin ir más lejos, un 16%. Se sintió mucho que los empleados públicos cobraran el sueldo fraccionado, porque ellos mueven las compras. Años anteriores para esta fecha había bonos navideños, aguinaldo, pago de sueldos en tiempo y forma, y muchos especularon con eso. Medimos el movimiento de la gente por la mañana y está vacío a comparación de antes”, contó el gerente de una cadena de supermercados, Cristian Sosa.
Para graficar el aumento que tuvo la canasta básica, el aceite de 1,5 litro el mes pasado en un supermercado de calle San Martín costaba $1.987. Actualmente vale $2.795, lo que comprendió un incremento de más del 40%. Por otro lado, la yerba de un kilo en algunas góndolas del centro valía un poco más de $1.200, ahora la más barata supera los $2.000.
El azúcar sufrió un incremento de más del 25%. En diciembre el kilo más económico costaba entre $800 y $900, ahora supera los $1.100 en algunos hiper del centro de San Luis.
“La gente se comenzó a medir con las compras, la canasta básica obviamente que la llevan, pero de pronto comenzaron a elegir marcas que son económicas, ya no eligen marcas que son premium. Por ejemplo, un fideo
Matarazzo es imposible comer. Creo que estamos todos iguales", graficó el gerente.
Desde inicios de 2022, con la progresiva aceleración inflacionaria, los grandes supermercados habían comenzado a acaparar un mayor volumen de mercado luego de acordar los precios con Precios Cuidados o Precios Justos. Ahora, con su desaparición (o solo se ven en algunos productos), las cadenas perdieron un importante imán de consumidores.
“No tenemos la lista de precios actualizados porque nosotros vamos más atrasados. Hasta el momento muy pocas marcas aumentaron entre un 15 y un 20%. La semana que viene nos avisaron que nos pasan los próximos precios y especulan que van a tener un 30% de incremento. El aceite lo liberamos porque ya no es más subsidiado”, explicó Sosa.
Con respecto a las restricciones, en la mayoría hay carteles que rezan la cantidad de productos que puede llevar una persona. Por ejemplo, en un comercio minorista que está frente a la plaza Pringles los clientes pueden llevar hasta tres paquetes de fideos, lo mismo pasa con la yerba y el azúcar. Otros de los productos que tienen tope (hasta seis por compra) son la leche larga vida, aguas saborizadas, minerales y gaseosas y galletas dulces, entre otros.
“Hay faltante de productos, hace tiempo pasa esto, no es por otro motivo. En la caja hay bloqueos y así evitamos que la gente no compre en cantidad, porque hay personas de negocios que se llevan, por ejemplo, la Coca en cantidad que está barata y no queda nada”, contó un empleado de ese lugar.
En esa sucursal, la góndola del papel higiénico solo cuenta con una marca que es de la casa y cuesta $3.295. También hay un cartel pegado que dice: “Esta Góndola está defendiendo tu bolsillo. El abastecimiento está afectado por aumentos desmedidos del proveedor”.
Por último, la harina hace tiempo que lleva restricción. Actualmente hay pocas marcas y, por lo general, la góndola donde exhiben la más barata está vacía. El precio del kilo cuesta entre los $400 hasta más de $1.000 inclusive, varía de acuerdo a la marca y en algunos lugares venden hasta dos por cliente.
CANASTA BÁSICA
Producto Precio
Aceite 1,5 litro:
Natura $2.795
Legítimo $2.205
Yerba 1 kilo:
Amanda $3.213
Rosamonte $3.213
Azúcar 1 kilo:
Chango $1.650
Ledesma $1.377
Harina 1 kilo:
Morixe $599
Blancaflor $1.173
Arroz 1 kilo:
Tío Carlos $1.783
Dos Hermanos $1.490
Leche 1 litro y 800 g:
La Serenísima $918
La Lechera (en polvo) $2.591
Redacción/MGE
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